Retorno del blog original

Finalmente, los censores de Blogger decidieron hacer bien su trabajo y dejaron sin efecto la denuncia presentada por ¿el episcopado argentino? contra mi blog. Caminante Wanderer está nuevamente en línea en su dirección original.

Seguiré publicando en ambos blogs cada una de las entradas durante algunos meses, para luego quedarme en este nuevo sitio, que es más amigable y seguro.

Los comentarios, sin embargo, sólo estarán habilitados en este sitio y bloqueados en el anterior a fin de no distraer la discusión.

Agradezco a todos los amigos lectores sus palabras de apoyo, su cercanía y, sobre todo, sus oraciones, que sé que fueron muchas, y de peso.

23 comentarios en “Retorno del blog original

  1. Avatar de Desconocido Anónimo

    Tombino: Yo preferiría que mantuviera los dos. Le explico: Hay artículos muy buenos para despertar conciencias. Me ocurre que si hay comentarios por ahí alguien se inquieta por estos y no por el artículo en sí. Ahora, si comparto el que no tiene comentarios puedo llegar con la idea del artículo y no inquietar cabecitas que no estan listas para comprender crudamente los debates posteriores que se desarrollan a partir del posteo principal.

  2. Avatar de Desconocido Anónimo

    Si la memoria no me falla, hace varios años leí en este blog una reseña sobre el Seminario de San Luis, su origen e historia posterior. Pero no logro ubicarlo, ¿será posible volver a postearla? Desde ya, agradecido.

  3. Avatar de Desconocido Anónimo

    Albricias, don Wanderer. Le animo a poner también en este blog una columna con enlaces y archivo. Y en esta columna del blog nuevo podría usted poner también al histórico del antiguo, quizá en su versión archivada en la Wayback. Dios le bendiga.

    Un reverente saludo a todos esos obispos de Argentina y España que leen atentamente este blog «ut caperent eum in sermone».

  4. Avatar de cinissum G. MARIVS

    Wa:nder-uh:

    Sería una colosal empresa (superada solo por lo edificante que resultaría para la lectorada), si Vd. tuviera a bien el realizar una migración de los contenidos desde Blogspot hacia aquí.

    El valor de los comentarios es inestimable, ciertamente, como dijo alguien antes. La dinámica de intercambios que se ha dado en su blog considérela una auténtica extrañeza. Quizás fuera hora de compilar. Mire qué infame, cómo le chanto pesos encima del cogote. ¿Aceptará?

  5. Avatar de Desconocido Anónimo

    Muchas gracias por sus articulos y comentarios que nos aportan tanta luz y consuelo en estos tiempos oscuros y siniestros. Sigan adelante y no desfallezcan. Jesus y María siempre con nosotros. La victoria esta de nuestra parte.

  6. Avatar de Desconocido Anónimo

    Wanderer

    yo sé que el día solo tiene 24 hs

    pero considera hacer un Juicio a quienes te denunciaron falsamente y te perjudicaron a vos, a tus seguidores, a la Iglesia y a Jesús

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Aguer es un mamarracho. Cuando yo tenía 20 años, en 1988, salí del seminario de la FSSPX en la Reja, a causa de las inminentes consagraciones que llevaría a cabo Mons. Lefebvre y la subsiguiente excomunión. Un obispo amigo me recomendó dirigirme al seminario de la diócesis de San Miguel. El rector allí era el entonces Padre Aguer. Me sacó a cascotazos (metafóricamente, se entiende). Me trató como a un leproso. Y manifestó que no podía confiar en mi ortodoxia toda vez que seguía la «misa antigua y todas esas cosas de Lefebvre». Siempre con ese aire de soberbia autocomplaciente de quien se cree el único «ortodoxo» en la Iglesia argentina.

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        la soberbia de Aguer le costó caro. Está solo y tullido en una parroquia desconocida de Buenos Aires. Siempre se burló y creyó más que el resto, su ego traicionó la santidad de su mandato apostólico. Se guió por vínculos afectivos defendiendo a impresentables y callo cuando debía jugarse. No permitió el crecimiento de gente mejor que el, fue mezquino y su aire de nobleza barrial le impidió dejar un legado. A cada chancho su san Martín

  7. Avatar de Desconocido Anónimo

    Creo que es una sabia decisión; esta catacumba parece ser más segura. Igual me alegro y lo felicito, porque era una picardía que ese tesoro tan laboriosa y pacientemente trabajado (incluyo acá a los comentarios) se perdiera.

    ¿En serio el denunciante fue el episcopado y por «homofobia»? Cómo dicen en el fútbol, esa mancha (la de sus Excelencias Reverendísimas) no se borra.

    Birlibirloque

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