Iglesia apostólica o iglesia sinodal

Uno de los temas más acuciantes y seguramente más complejos que deberá resolver el Papa León es el de la famosa sinodalidad. Él es canonista y hombre de gobierno y sabe por lo tanto, que proseguir por el camino de una iglesia sinodal que había abierto irresponsablemente Francisco llevaría a una catástrofe. Para quienes somos legos en teología y en derecho canónico, recomiendo este artículo publicado en Infovaticana. Y sintetizo la cuestión: el ius regendi, o la potestad de gobierno, viene dada por el sacramento del orden. Es decir, sólo los que han recibido ese sacramento puede realizar actos de gobierno válidos dentro de la Iglesia. Consecuentemente, ni los seglares ni las monjas pueden gobernar. Y no es una cuestión de modas; es una cuestión profundamente teológica que fue reafirmada con fuerza por Concilio Vaticano II. 

Seguir con la sinodalidad francisquista significará la democratización de la Iglesia en todos sus niveles. Por ejemplo, serán los seglares, o las señoras de la parroquia, las que establecerán qué es lo que debe predicar el sacerdote en la misa y a quién le puede dar o no dar la comunión; serán los laicos comprometidos los que determinarán, junto a un grupo de obispos y sacerdotes progres y asustadizos, qué es pecado y qué no lo es, y así, podemos agregar una buena cantidad de ejemplos. El Papa León esto lo sabe mucho mejor que cualquiera de nosotros e intuyo que la corrección de este “lío” que nos dejó Bergoglio, será una de sus prioridades inmediatas. 

Y me baso en algunos signos que, por supuesto, pueden que los esté malinterpretando, pero arriesgo aquí mi opinión. Si bien en las tres semanas que van desde su elección el Santo Padre ha hecho algunas menciones a la sinodalidad, las mismas han sido escasas y de mucha menos intensidad de lo que muchos esperaban. Y recordemos un hecho significativo. Él fue elegido el jueves 8 de mayo; el lunes 12 ya tenía sobre su escritorio una carta —abierta, además—de la Secretaría del Sínodo en la que de un modo zalamero le “pedían” que siguiera con la “Iglesia sinodal”. Se trató, obviamente, de una fuerte presión pública. Sin embargo, el domingo siguiente, en la homilía de la misa de inicio del ministerio petrino, que de alguna manera fue un sermón programático, no mencionó en ningún momento la palabra “sinodalidad”. Lo hizo al otro día, es verdad, en una reunión mucho más pequeña y en otro contexto —algún hueso tenía que largarle a los sinodales—, pero es muy significativo que no haya aparecido referencia alguna en la homilía de marras.

El otro hecho, que es más bien futurología, es lo ocurrido con el nombramiento de la monja del enagrama como secretaria del dicasterio de los religiosos. Lo raro, y muy raro, es que en ese organismo la “prefecta” es ya una religiosa. La cabeza, entonces, está en manos de dos mujeres que no han recibido, ni jamás recibirán el sacramento del orden. Y la cuestión es muy grave: si el derecho establece en el canon 129 §1 que: “De la potestad de régimen, que existe en la Iglesia por institución divina, y que se llama también potestad de jurisdicción, son sujetos hábiles, conforme a la norma de las prescripciones del derecho, los sellados por el orden sagrado”, y el Vaticano II en Lumen gentium (constitución dogmática) afirma que “La consagración episcopal, junto con el oficio de santificar, confiere también los oficios de enseñar y de regir…”, se sigue que todos los actos de gobierno ejercidos por sor Simona Brambilla, “prefecta” del dicasterio, son nulos. Y cualquiera que se sienta afectado por ellos, podrá recurrir a los tribunales canónicos. Un verdadero desastre; un “lío” en los que se regodeaba irresponsablemente Francisco. 

Frente a esta situación, es posible que León XIV haya decidido poner a sor Tiziana Marletti como secretaria porque en breve correrá a la Bambrilla de su puesto de “prefecta” y, ciertamente, no podría degradarla a un cargo menor dentro del mismo organismo. Quizás la nombre “Intendenta” de las cocinas vaticanas, o “Gobernadora” de la sastrería litúrgica pontificia. Y su lugar quedará quien ahora es pro-profecto, el salesiano Ángel Fernández Artime, si es que antes no salta algún escándalo, porque no me parece a mi que el Papa haga cambios bruscos, y mucho menos en puestos tan altos de la Curia. Veremos. Es cuestión de que pase un poco de tiempo.

Esto no significa, por cierto, que el pontífice disuelva el sínodo, y ni falta que hace. Los sínodos y la sinodalidad siempre formaron parte de la práctica de la Iglesia; lo que ocurre es que deben ser entendidos a la luz de la Tradición y no según las fantasías bergoglianas y germánicas. Podemos recurrir, claro, a los ejemplos de las iglesias orientales que todas, incluidas las que están en comunión con Roma, poseen sus “santo sínodo” que las gobierna; podemos recurrir a los ejemplos históricos del primer milenio, donde la realización de sínodos provinciales era una práctica habitual, y de modo particular se daba en las iglesias españolas hasta la invasión musulmana. Pero para quienes temen lo que erróneamente llaman “arqueologismo”, vayamos a los que mandó el Concilio de Trento: la realización de sínodos provinciales cada tres años. Y así, el gran San Carlos Borromeo, arzobispo de Milán, entre 1565 y 1584, convocó seis sínodos diocesanos y once sínodos provinciales, en los que se estableció, entre otras muchísimas disposiciones, imponer la residencia obligatoria del clero, establecer normas litúrgicas y disciplinares claras, reorganizar parroquias y limitar abusos, y crear seminarios según las nuevas normas tridentinas. Es resumen, los sínodos, además de muy católicos, son también muy tridentinos. Pero, como todos pueden suponer, en esos casos eran cosa seria, y no el aquelarre en que los convirtió Bergoglio. 

Continuar con la “iglesia sinodal” francisquista, y alemana es, sencillamente, desnaturalizar la Iglesia católica. Ésta fue establecida por Nuestro Señor sobre el fundamento de los apóstoles, y de sus sucesores que son los obispos. Son ellos quienes tienen el munus o potestad de gobierno, que podrán delegar en los sacerdotes que participan del sacramento del orden. Pero ni las religiosas ni los seglares hemos recibido ese munus y, por lo tanto, y más allá del clericalismo que puedan aducir los progres, no podemos gobernar la Iglesia. Así lo establece la teología y el derecho. Por eso mismo, la cuestión se reduce a que, de continuar la “iglesia sinodal” de Francisco, desaparecerá la “iglesia apostólica” de Jesucristo.

53 comentarios en “Iglesia apostólica o iglesia sinodal

  1. Avatar de Desconocido Anónimo

    Estimado Wanderer. Hace un tiempo que quería hacerle este pregunta. ¿Qué cree que es menos malo: un Papa anodino o un papado como el de Francisco? – Con esto no estoy sugiriendo que el papa León sea lo primero (es demasiado pronto para hacer este juicio).

  2. Avatar de Desconocido Anónimo

    NICO

    ¡Qué legado que nos dejoʻ el muy astuto JMB! Llenarse la boca despotricando contra la » autoreferencialudad» y el » indietrismo» y al mismo tiempo haber instaurado este grieta de la sinodalidad para que la Iglesia Militante no haga otra cosa que mirarse al ombligo y de manera no precisamente pobre: si bien los costos de vanas reuniones son altos, el costo de oportunidad es incalculable.

    NICO

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Pero, ¿ qué esperaba usted de un jesuita?

      En cualquier caso desconfíe usted de todo lo que no sea «llamar al pan, pan y al vino, vino».

      Cuanto más raras, oscuras y abstractas palabras se usen, más intento de engaño encubren.

      El habla sirve para comunicarse, no para confundir, engañar o robar.

  3. Pingback: Eglise apostolique ou Eglise synodale; un « ou » exclusif | Benoit et Moi

  4. Avatar de Desconocido Anónimo

    Supongamos el caso de un afectado que decide denunciar una acción de gobierno de la mujer por carecer de validez. ¿Quién en Roma le va a dar bolilla? Si hemos de ser realistas, poco importa lo que se diga en los papeles si no tiene correlato operativo.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Puede darse.

      Pero recuerde que:

      1. eso hay que alegarlo basándose en algún articulo del Código de Derecho Canónico vigente…y
      2. el Papa, como soberano absoluto que es, tiene la potestad de crear, modificar y derogar cualquier disposición del Código de Derecho Canónico o incluso abrogarlo todo o sustituir este código por otro (siempre y cuando no sea claramente contrario a la fe y a la tradición apostólica)

      Por tanto lo que dice usted es imposible.

      1. Avatar de Andrés Battistella Andrés Battistella

        Si el problema es que la potestad de gobierno está intrínsecamente vinculada a la potestad de orden, entonces no es asunto de Derecho Canónico, sino de Derecho Divino. El cual no puede tocar el Papa por más «soberano absoluto» que se considere a sí mismo.

  5. Avatar de Desconocido Anónimo

    En São Paulo, Brasil, se celebró un sínodo diocesano que comenzó en 2017 y finalizó en 2023. A diferencia del sínodo de Francisco, este de São Paulo estuvo verdaderamente abierto a todos los fieles y sacerdotes que quisieran participar (incluso los tradicionalistas intervinieron en las sesiones). Las propuestas que surgieron del sínodo de esta arquidiócesis brasileña fueron católicas: fomentar la asistencia a la misa dominical (que en São Paulo y Brasil es muy escasa), mejorar la formación catequética, promover la familia como el primer punto de la educación católica para los niños, etc. Si León XIV promueve la sinodalidad con un estilo similar al de este sínodo de São Paulo, creo que será positivo o, al menos, inocuo.

  6. Avatar de Desconocido Anónimo

    Ayer el papa envió un telegrama al CELAM en el 70° aniversario de su creación. No mencionó la palabra sinodalidad, sino que habó de colegialidad y comunión. Destaco la siguiente parte:

    SALUDO CORDIALMENTE A TODOS LOS OBISPOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, REUNIDOS EN ESPÍRITU COLEGIAL PARA DISCERNIR JUNTOS LOS DESAFÍOS QUE EL TIEMPO ACTUAL PRESENTA A LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA, Y BUSCAR, EN COMUNIÓN AFECTIVA Y EFECTIVA, INICIATIVAS PASTORALES QUE LLEVEN A SOLUCIONES SEGÚN LOS CRITERIOS DE LA SAGRADA ESCRITURA, LA TRADICIÓN Y EL MAGISTERIO.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Es bueno que en el telegrama no se hable de sinodalidad, y los criterios que pide el Papa para las iniciativas pastorales son los que deben ser: Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio.

      Pero aquí hay un problema, ¿qué Magisterio?, hasta Bergoglio significaba el magisterio inmutable de la Iglesia, pero ahora existe su legado, su «magisterio», considerado en buena parte contrario a la doctrina y la moral católicas y que es el que ha causado la fractura de la Iglesia, pero al que se refiere continuamente el papa León. Si el Magisterio incluye ahora el bergogliano, todos sus documentos, pierde su significado pues ya no enseña las verdades de Fe de manera infalible, y no debería ser referente.

  7. Avatar de Desconocido Anónimo

    Los prefectos de los dicasterios no ejercen ningún munus regendi. El único que lo ejerce es el papa. Ellos son simples colaboradores. Así es en la democracia, imaginemos en la Iglesia que es una monarquía.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      No es un problema de «historia»

      Es un problema de que la mujer (en las clases medias occidentales normalmente) ya no es la persona pasiva que era; que también reclama ella su cuota de poder; es un problema también de feminismo político; es un problema de ordenación canónica de las mujeres (si poco a poco nos acostumbramos a verles en situaciones de poder, tarde o temprano serán papisas, aunque solo sea para cumplir cuotas); es un problema de eficiencia (las mujeres típicamente son más trabajadoras, más constantes que los hombres y se llevan mejor con sus compañeros y sus subordinados…

      La situación es muy compleja; y que se complica aún más porque el catolicismo occidental no es único; hay muchas más sociedades humanas dentro del catolicismo, donde el lugar de la mujer sigue siendo diferente al del hombre (aunque no necesariamente inferior)

      Por otra parte, ¡anda que no hay mujeres jefe en la sociedad civil!

      En cualquier caso, el wokismo y el feminismo están presionando a la sociedad ¿Debe el Papa obedecer a sus chantajes?. Y si lo hace, ¿hasta cuándo?

      ¿cuales el límite?

  8. Avatar de Desconocido Anónimo

    A lo mejor estoy un poco en desacuerdo con la línea de fondo aquí manifiesta. Es cierto que el gobierno pastoral descansa en el Orden, pero en realidad sólo hay tres niveles de gobierno pastoral en sentido propio. Todo lo demás o son delegaciones de éste (y no se ve que no puedan delegarse algunas funciones en no ordenados, siempre se ha hecho), o no son gobierno pastoral, aunque esté bajo su supervisión (es decir, un capítulo monacal, un hospital católico, una facultad eclesiástica de filosofía, una cofradía o una asociación de beguinas, o una asociación de familias cristianas, por ejemplo). Los niveles de gobierno pastoral no delegado son estos tres y nada más: Papa, obispo diocesano, y párroco. Lo demás, como digo, puede ser participado por bautizados no ordenados, o porque es delegado de estos tres o porque es supervisado por estos tres. El cristiano bautizado participa a su modo de la realeza de Cristo: Y ahí hay mucho espacio para una sana sinodalidad, en sentido actual de la palabra, pero sin postureos de falsete

  9. Avatar de Desconocido Anónimo

    il problema è che , non solo il Sinodo8 comprende laici, ma tra questi laici ci sono personaggi del calibro di Luca Casarini, che è di nuovo indagato dalla magistratura italiana! Sì, di nuovo!

  10. Avatar de Desconocido Anónimo

    Claramente se trata de reproducir el folleto infame de Sieyes sobre el Tercer Estado, que desembocó en el Juramento de los convencionales en la cancha de pelota. Los laicos, de ser nada, deberían pasar a ser todo, por prepotencia numérica. Los «nobles», es decir los obispos, deberían integrarse/diluirse en ese tercer Estado. Y el monarca… bueno, ya sabemos lo que pasó.

    Se llevaría a puerto la singladura que señaló el cardenal Suenens, «el Vaticano II es 1789 en la Iglesia».

    Ludovicus

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      El problema es que cuando los diputados del Tercer Estado (y en realidad las oligarquías, que son siempre las que inician las revoluciones), cuando hablan de «nación», realmente están pensando en ellos, el 0,1% de la población.

      Para ellos no son nación el resto 99%.

      Naturalmente en cuanto ellos destruyen la legitimidad tradicional -y encima con una cruenta revolución- para hacerse con el poder, tarde o temprano el resto 99% reclama su derecho a gobernarse a si mismos y en su interés, no en interés de sus amos.

      Lo que sigue es evidente:

      Puesto que ahora el Pueblo tiene el poder de designar gobiernos, los oligarcas de siempre intentarán controlar en su beneficio la peligrosa opinión pública con la prensa y a los poderosos gobernantes y funcionarios con la masonería.

      Y tarde o temprano otros querrán utilizar la fuerza del Pueblo con ideologías, desde el nacionalismo hasta el bolchevismo.

      El desastroso siglo XX -2 guerras mundiales, revoluciones en toda Europa, nazismo y comunismo, caída de las monarquias parlamentarias reemplazadas por republicas masónicas- viene directamente de aquí.

      ¡Más una subida enorme de impuestos y corruptos gobiernos que sólo malgobiernan para 4 años!

      Parece que el dogma de libertad, igualdad y fraternidad, fruto directo de la Ilustración europea y padre directo de las revoluciones, se ha demostrado ¡totalmente falso!.

      Ahora parece que necesitamos asambleas para decidir el dogma, la liturgia y la jerarquía…(pero no para pagar el diezmo)

      Pues si mal funciona en la esfera civil, ¿cómo va a funcionar en instituciones como la Iglesia en que todo es teología; esto es, algo opinable a mano alzada por cualquiera?

      Las religiones son religiones porque son divinas, no humanas. Se podrá escoger cumplir o no cumplir, pero en cuanto se pueda escoger creer o no creer, ¡se acabó!

      Y yo me pregunto:

      ¿no sería mejor para aquellos que no les guste el catolicismo buscarse una secta que les llene más?

      Pues ya saben:

      «Cada uno en su casa y Dios en la de todos»

  11. Avatar de Desconocido Anónimo

    Un elemento a considerar es que uno de los tres firmantes de la «carta zalamera» es un cohermano de religión del Papa, que parece es bastante cercano y de confianza, el subsecretario del sínodo, Mons. Luis Marín de San Martín OSA. Su influencia no me gusta nada.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Creo que llaman a eso «la maldición de LUTERO (O.S.A.)»

      Pero para eso mismo la santa Providencia divina instituyó el oficio de exorcista y su ceremonial latino (¡y con agua bendita!)

  12. Avatar de Ottaviani Alfredo Ottaviani Alfredo

    Hagamos un repaso de todas las cartas apostolicas postsinodales hasta Benedicto XVI, y sigamos en el trabajo………… tratando de poner orden a las locuras de estos ultimos años, que hay que enterrar definitivamente. Es logico, que alguien se equivocò, pero ya no està.

  13. Avatar de Desconocido Anónimo

    El cambio llegará. Basta mirar como ha evolucionado el pensamiento / decisiones de la Iglesia en decadas y entender que la clave en el manejo de la Iglesia es jugar con tiempos largos para que las generaciones hagan su trabajo y los frutos caigan por maduros.

    Quiza mas de uno prefiere haber muerto para cuando esto ocurra. Pero si va a ocurrir, las consecuencias trascienden la vida de los individuos y llegan al mas alla

  14. Avatar de Desconocido Anónimo

    Los sínodos provinciales o regionales sí son tradicionales en la Iglesia. Sin embargo, los sínodos universales sin carácter de Concilio ecuménico son un invento del Vaticano II.

    En cuanto al nombramiento de Sor Tiziana Marletti, todo parece indicar que estaba previsto por Francisco y León XIV, hasta ahora, ha confirmado todos los nombramientos queridos por su predecesor.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Esos esos son producto de la administración bergoglista, por lo que han sido elegidos a imagen y semejanza de Bergoglio.

      Yo, de ser León XIV hubiera aplazado la firma y hubiera buscado gente masteligiosa y menos política…

      pero «¿quién soy yo para juzgar?».

  15. Avatar de Desconocido Anónimo

    Muy de acuerdo. No soy experto pero creo que la «sinodalidad» con laicos solo podría tener carácter consultivo en materias de evangelizacion de la cultura y de los pueblos. Si son de carácter normativo, disciplinario, doctrinal o litúrgico, los laicos no deben pintar para nada.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Y aún así, el sínodo no tiene autoridad. Legisla el obispo. El sínodo es una reunión y en ese sentido es positivo y necesario sobretodo hoy cuando muchos obispos ni conocen ni tratan a sus sacerdotes.

      Para mi lo importante del sínodo es fijarlo para tratar temas concretos, nada de abstracciones que solo hacen perder tiempo. Sobre la participación de seglares, hoy en día es imposible y todo lo que sea montar organismos y portavocías de fieles solo sirve para enchufar y gastar dinero.

      Lo mejor serían meras consultas generales de seglares. Ahora, también digo, si en una diócesis les da por montar sínodos democratoides, el tradi tiene que estar ahí y meterse como cualquier otro y decir las cosas que crea conveniente. Por lo menos se incómoda y en el mejor se los casos se explica y convence.

  16. Avatar de Desconocido Anónimo

    Estimado Wanderer:
    Muy a propósito su reflexión, como habitualmente.
    La imagen, sin embargo, desconcierta. La mesa a la que están sentados los participantes que se ve de espaldas se transforma en una especie de rampa que llega hasta el piso.
    Al menos uno de los cardenales que se ve de espaldas no están sentados a la mesa sino aparentemente arrodillados ante ella. Fuera de los detalles que señalo, la «atmósfera» de la representación tiene algo de perturbador.
    Tal vez Ud. haya diseñado adrede esta imagen mediante IA, para sugerir el desquicio de un sínodo bergogliano. ¿Es así?
    Saludos cordiales.

  17. Avatar de Desconocido Anónimo

    Es curioso haya escogido ese tema y cita como fuente de ortodoxia un artículo que remite ni más ni menos que a Lumem Gentium como fuente de ortodoxia sobre el tema. El artículo discurre sobre la premisa de que la sinodalidad atentaría contra una doctrina fundamental del concilio: el sacramento del orden conlleva la jurisdicción.

    La verdad es que dicha doctrina conciliar siempre ha producido escozor en el mundo tradicional y ciertamente se la puede atacar por ser la base de la colegialidad, doctrina en abierta colisión con Vaticano I, especialmente en la interpretación práctica que el clero a hecho de ella, en la línea Juan pablera que sigue el artículo.

    Recomiendo este otro de la Fsspx, que cuestiona la colegialidad conciliar y la contrapone a Vaticano I, siendo pieza clave este tema de la indisolubilidades del orden del poder de regir y su oposición a la monarquía Petrina.

    https://fsspx.org/es/la-colegialidad-31029

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        si no va a poner algo serio, intentando justificar cuál sería el error en esta apreciación, bien puede callarse, especialmente porque los “lefebvrisnos”, cono usted nos llama, no somos otra cosa que católicos sin los complejos afeminados de quienes quieren siempre estar en connivencia con el clero, que a estas alturas es, además, patético.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      El problema del texto de la FSSPX es que justifica en el fondo de manera plena que el Papa otorgue cargos eclesiásticos a mujeres e, incluso, a no bautizados y no resuelve los problemas. ¿Si no tienen nada que ver el orden sagrado y la jurisdicción (además del origen, su concepción «tradicionalista»: las citas son de Pio XII, 1917 Y 1870, están permeadas de liberalismo, tipo Kelsen, pero este es otro tema), a qué quejarse de que el Papa lo haga?

      Además tiene antecedentes en el pasado y con personas con santidad reconocida.

      -Constantino convocó el Concilio de Nicea sin estar ni siquiera bautizado. (Es falso históricamente el siguiente párrafo: «El modo colegial corresponde a la celebración de concilios y es extraordinario; se lleva a cabo por orden del Papa, y exclusivamente en la medida en la que él lo decide, por medio de su autoridad.» No se donde pueden meter a Nicea, Constantinopla III o Constanza)

      -Santa Hilda participó en el Sínodo de Whitby (que cambió las costumbres celtas por las romanas), que, además, se reunió bajo el techo de su monasterio en el año 664.

      -Santa Hildegarda predicaba en iglesias y catedrales con anuencia de obispos y papas, y había abadesas mitradas con funciones subdiaconales, citadas aquí hace poco.

      -La Beata Juana de Cubas de la Sagra (la santa Juana) fue nombrada párroco de Cubas de la Sagra por Cisneros con el apoyo de Julio II. Se nos han conservado hasta sus sermones, el Conhorte.

      -La abadesa de las Huelgas ejercía poder episcopal sobre 157 localidades, tenía su propia curia diocesana y dictaba interdictos y excomuniones. Hasta el pueblo bromeaba diciendo que si el Papa tuviese que tomar esposa, la única digna era esta abadesa. Siempre se cita la tesis de S. Josemaría pero esta intenta aguar en lo posible el caso. Esto ocurrió desde 1200 hasta 1868…

      -Y el caso más espectacular, el de Lucrecia Borgia cuyo padre la nombró lugarteniente de los Estados Pontificios y su vicariesa en los eclesiásticos de la Iglesia Universal en 1501.

      Frente a esto, montamos la mundial porque Francisco I nombrase una prefecta y una secretaria de un dicasterio…

      Por supuesto, el Vaticano II metió la gamba con una contradicción pero, por lo menos, intentaba remediar algunos problemas históricos que las soluciones ultramontanas, bastante modernistas en su esencia en mi opinión, habían exarcebado y no solucionaban para nada (la Pastor Aeternus tiene los mismos problemas y contradicciones que la Lumen Gentium pero en espejo, invertidos… aunque muchos no lo quieran ver hoy aunque muchos lo vieron entonces, empezando por Pio IX).

      Eck

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        Pastor aeternus, una constitución dogmática, infalible, “tiene los mismos problemas que lumen gentium. Ahí nos queda claro su “ortodoxia”.

        Lo de la asociación con Kelsen es para el bronce.

        Se le habrá ocurrido pensar que del hecho que la jurisdicción derive del mandato apostólico y no del sacramento del orden, no se sigue que pueda haberlo sin este último, a modo de materia adecuada ?

        Si ambos se equivocan, cuál sería la tesis supuestamente correcta, la suya Eick? Como puede haber un punto medio en este tema ? Todo lo que no le gusta y no puede resolver le pone ultramontano y listo.

      2. Avatar de Desconocido Anónimo

        No; no «montamos la mundial» porque Francisco I»…etc.

        Bergoglio ha estado cambiando la Iglesia a la fuerza. Y los católicos están hartos.

        Para mi, el problema no es si elige a una mujer o a un hombre, sino que haya cedido a la presión feminista.

        ¿De verdad que no hay nadie mejor que esa señora?

  18. Avatar de Desconocido Anónimo

    Siguiendo con la cita histórica de los sínodos de San Carlos Borromeo en Milán, dejo esto para quien le interese. En los mismos años están los numerosos de San Juan de Ribera, Arzobispo, Virrey y Capitán General del Reino de Valencia.

    Sabiendo historia se comprueba una vez más lo «diabólico» de estos años, porque lo peor es la deformación de cosas buenas. Como el Morgoth del Silmarillion, el mal no puede crear nada, solo corromper lo creado.

    https://youtu.be/mcVdTkiHgCA?feature=shared

  19. Avatar de Pampeano Pampeano

    Dice Ud. don Wander: «… sabe por lo tanto, que proseguir por el camino de una iglesia sinodal que había abierto irresponsablemente Francisco llevaría a una catástrofe…». Todo cuando dice Ud. ahora, a mi ver, es cierto, salvo esta afirmación sobre lo que «sabe» o no sabe el Papa reinante, y cuales serían entonces sus «quereres». Quizás se trate de una simple expresión de deseos sobre lo «irresponsable» y su consecuencia «catastrófica», es decir, que León XIV comulgue con el adverbio y el desenlace. Personalmente, hasta ahora, salvo cuestiones estéticas, no advierto un movimiento aunque sea sugestivo hacia cambios en los «procesos» abiertos por Francisco. Si no hay cambios de hombres, que no los ha habido todavía -y los escasos salen de las mismas filas existentes-, no entiendo posible siquiera presumir en realidad quien es León XIV y para donde camina. Hablando jurídicamente, para poder llegar a una presunción es necesario que los indicios sean graves, precisos y concordantes, y hasta hoy son sólo vagos. Reitero, personalmente, obvio que para mi, por ahora, no veo mas que continuidad. Veremos. Saludos cordiales.

  20. Avatar de Ignotus Saltensis Ignotus Saltensis

    El problema de la sinodalidad es que la mayoria de los laicos y de los curas tienen groseras falencias de la más elemental de las catequesis. Hemos logrado que a pesar de escuelas, colegios y universidades católicas (?) la masa de los fieles sigan los criterios mundanos de un humanismo de quinta. En los sinodos terminarían imponiendo su criterio desde fuera de la Iglesia. Las usinas marxistas, masónicas, new age, etc. terminarán «empoderando» a la gilada y pretenderán hacer pasar eso como de inspiración divina.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      No es solamente eso.

      ¿dónde está la responsabilidad si luego sale mal?

      ¿en la asamblea?

      Mira cómo se han desmoronado las sociedades occidentales en cuanto se dejó de exigir al individuo y se empezó a echarla culpa a «la sociedad».

      Si hay muchos, nadie es responsable.

      Si no hay responsabilidad, no hay compromiso; y si no hay compromiso va a salir siempre mal.

      ¿ qué ha pasado con los sínodos protestantes?

      Además de destruir esas mismas sectas desde dentro…

      Se ha erigido la democracia en un dogma revelado, a sabiendas de que es una farsa para controlar a la población.

      En la edad media y en los mismos pueblos germánicos, autoritarias como eran esas sociedades, aún así las instituciones públicas y privadas, civiles y religiosas se gobernaban con una democracia que nosotros no podemos ni imaginar.

      Cada vez estamos más controlados y encima nos cuesta más.

      y ahora vienen los mafiosos de San Gallo a seguir dándonosla con queso.

      ¡nos han visto con cara de idiotas!

      Pero de rezar y seguir a Cristo, de eso, no.

  21. Avatar de Desconocido Anónimo

    La sinodalidad es a sínodo, lo que el pentacostalismo es a Pentecostés. Que el nombre «suene» a algo que ha habido antes en la Iglesia no quiere decir que sean conceptos comparables.

    Ya tuvo esa intuición ¿profética? el venerable Fulton Sheen cuando dijo:
    «Como su religión será la fraternidad sin la paternidad de Dios, engañará hasta a los elegidos. Edificará una contraiglesia que remedará a la Iglesia, porque él, el diablo, es el remedo de Dios. La casa tendrá todos los detalles y características de la Iglesia, pero a la inversa y vaciada de su contenido divino. Será un cuerpo místico del Anticristo, que se parecerá en todos los aspectos externos al cuerpo místico de Cristo

    Tenemos otro ejemplo luminoso en el célebre texto del P. Meinvielle sobre las dos iglesias.

    Discrepo de la última frase, la Iglesia de Cristo no desaparecerá, permanecerá quizá oculta en aquellos que rechazamos frontalmente a la iglesia sinodal, aunque seamos pocos, a la espera del triunfo definitivo de Cristo sobre Sus enemigos.

    Adriel Losada

  22. Avatar de Desconocido Anónimo

    Mire, el problema de su discurso es que el Papa, quien es el que gobierna, no delega ni su autoridad magisterial ni su autoridad gubernativa, nada, a nadie, ni siquiera a los prefectos, sino que lo único que hace es nombrar colaboradores, tanto para su labor de magisterio como para su labor de gobierno.

  23. Avatar de Desconocido Anónimo

    Una cosa más: depende de cómo se reinterprete, la sinodalidad podría incluso sernos de provecho a los tradicionalistas, si somos capaces de organizarnos. Si se depura canónicamente y se termina limitando a una cuestión tan razonable como templar los modos de gobierno autocráticos y establecer métodos consultivos (consultivos de verdad, no asambleas diocesanas o nacionales que tengan en la práctica a los obispos agarrados de los c-), es el propio francisquismo lo que se vendría abajo, porque nunca hubo un gobierno menos «sinodal» que el de Francisco. Un ejemplo muy actual: el psicópata que rige como obispo de Charlotte, ¿está actuando sinodalmente? La aplicación rígida y homogénea de la TC y su rescripto, independientemente de la verdadera situación que puedan tener los grupos parroquiales de misa tridentina, ¿es sinodal? ¿No podrían «enriquecerse» estos procesos consultando la opinión de los afectados antes de partirles el cráneo con el báculo pastoral?

    La sinodalidad nunca se definió y nunca significó nada más que vaguedades. Por eso mismo León XIV tiene mucho espacio para reinterpretarla, y hacer con ella lo que le dé la gana: limitar el desastre, o incluso sacar algo bueno de ella. Ya veremos lo que ocurre, y si se avanza por el camino de lo injustificable habrá que denunciarlo, pero debemos evitar caer en el error de pensar que, a partir de ahora, cuando se diga «sinodalidad» se quiera decir «bergoglismo». Significará lo que termine realizándose en la práctica, como decía Kirchner: «No miréis lo que digo, mirad lo que hago».

    Esta lectura optimista podrá o no verse refutada por los hechos. Pero lo que en su momento dijo el Cardenal Prevost sobre la sinodalidad no me pareció particularmente radical, vacuidades sobre la «corresponsabilidad» y cosas así, que podrían entenderse como control de daños. Dios dirá.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Lo que yo juzgo fundamental es limitar los sínodos a su ámbito tradicional, diocesano o provincial y temporal. Una especie de sínodo permanente es lo más parecido a un Congreso de los Diputados y eso es de lo que hay que huir.

      En un comentario por arriba he dejado el enlace a una conferencia sobre la historia de los sínodos medievales y de la reforma tridentina en el contexto de Valencia y es que lo que se trataba en esos sínodos es precisamente lo que hoy hay que tratar y a mí me parece fundamental que un obispo se reúna anualmente o cada x tiempo que sea con sus sacerdotes para tratar temas concretos.

      La ejemplaridad de los sacerdotes, su formación, los métodos pastorales, la ignorancia de los seglares, el clima antirreligioso, afrontar una sociedad secularizada etc. En manos de un buen obispo un sínodo centrado en estos temas no solo sería bueno, es que me parece necesario hoy.

      Como ya he dicho, la gentuza filohereje ha jugado a la deformación de las instituciones. No hay que tenerle miedo a la sinodalidad. Hay que afrontarla, definirla y limitarla y zanjar para siempre temas que nunca se debieron abrir.

      Despachar sin mas estás cuestiones como franciscadas sería un error.

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