Taxonomía pontificia del último siglo y medio

Estamos acostumbrados a clasificar a los Papas entre conservadores o progresistas, buenos o malos, y otros criterios más que que son útiles. Sin embargo, yo propongo una clasificación que tenga en cuenta su origen, y no me refiero a la geografía que los vio nacer, sino al origen funcional dentro de la Iglesia. Creo que puede ser útil y ayudar a clarificar algunas ideas.

El 16 de junio de 1846, hace ciento ochenta años, fue elegido Giovanni Maria Mastai-Ferretti como Pío IX. Había sido elegido arzobispo de Spoleto casi veinte años antes, y apenas ocho años después de ser ordenado sacerdote y, al ser elegido pontífice, era obispo de Imola. Era una obispo mixto, pues antes de ser sacerdote y un par de años luego de serlo había ocupado cargos en la Curia pontificia, aunque la mayor parte de vida sacerdotal había estado dedicada a la cura de almas como obispo. 

El 20 de febrero de 1878 fue elegido Gioacchino Pecci como León XIII. También en este caso podríamos considerarlo un Papa mixto. Ordenado en 1837, estuvo en la diplomacia vaticana, fue nuncio en Bélgica, y luego obispo de Perugia desde 1846 hasta su elección. Es importante destacar, sin embargo, que desempeñó la cura de almas como obispo de la pequeña, y bellísima, Perugia, durante treinta años.

El 4 de agosto de 1903 fue elegido Giuseppe Sarto como Pío X. En este caso, estamos frente a un Papa totalmente pastoral. A lo largo de toda su vida anterior había sido pastor de almas, como sacerdote y luego como obispo de Mantua y patriarca de Venecia. 

El 3 de septiembre de 1914 fue elegido Giacomo della Chiesa, como Benedicto XV, il Piccoletto, que, aunque los últimos siete años había sido arzobispo de Bolonia, era un curial puro y duro y, según se dice, con un perfil muy poco sacerdotal. Un político y diplomático más bien mediocre, y en varios sentidos. Se trató de un papa político.

El 6 de febrero de 1922 fue elegido, luego de un cónclave larguísimo (duró tres semanas) Achille Ratti como Pío XI. Éste era un intelectual —había sido durante muchos años prefecto de la Biblioteca Ambrosiana y luego de la Vaticana— y había tenido también una extensa labor diplomática. Ocupó la sede de Milán menos de un año antes de ser elegido. Estamos nuevamente frente al caso de un Papa político.

El 2 de marzo de 1939 fue elegido Eugenio Pacelli como Pío XII. Fue éste un Papa político de la máxima pureza, pues en ningún momento de su carrera sacerdotal o episcopal tuvo cura de almas. Y debemos agregar que fue un finísimo político y diplomático, de los que ya no quedan. 

El 28 de octubre de 1958 fue elegido Angelo Giuseppe Roncalli como Juan XXIII. En este caso, estamos también frente a un Papa netamente político, aunque ocupó un puesto pastoral —patriarca de Venecia— sólo durante cinco años. El resto de su vida, fue profesor en el seminario de Bérgamo y diplomático pontificio.

El 21 de junio de 1963 fue elegido Giovanni Battista Montini como Pablo VI. También en este caso, tenemos a un pontífice político, dedicado exclusivamente a la Curia romana, más allá de que los últimos nueve años antes de su elección haya sido arzobispo de Milán. 

El 26 de agosto de 1978 fue elegido Albino Luciani como Juan Pablo I, quien era patriarca de Venecia. En un modo casi calcado al de San Pío X, Luciani fue pastor a lo largo de toda su vida. Cambió entonces aquí la matriz de elección y la Iglesia volvió a tener a un Papa patoral.

El 16 de octubre de 1978 fue elegido Karol Wojtyła como Juan Pablo II. Aunque tenía un cariz intelectual, se había dedicado a la cura de almas a lo largo de toda su vida sacerdotal y episcopal. Continuamos, entonces, con un Papa pastoral.

Pero a partir de este momento, las clasificaciones se vuelven más imprecisas.

El 19 de abril de 2005 fue elegido Joseph Ratzinger como Benedicto XVI, a quien es más difícil catalogarlo. De un perfil netamente intelectual y dedicado a la docencia universitaria, fue arzobispo de Münich durante cinco años antes de ser llamado a Roma, donde ocupó un alto cargo en la Curia durante veintitrés años. Sin embargo, no podría ser calificado como un curial porque nunca fue parte de esa casta (todo lo contrario; fue duramente combatido por la casta curial) y, mucho menos, como un Papa político. A pesar de las apariencias, yo estoy tentado a clasificarlo como un Papa pastoral o, como decían los curiales los días previos a la elección de Benedicto XV, era parte del partido religioso, y no del partido político.

El fatídico 13 de marzo de 2013 fue elegido Jorge Mario Bergoglio como Francisco. Jesuita, fue el primer papa religiosos luego de ciento setenta años. Fue claramente un Papa pastoral, enemistado con la Curia, y un jesuita inorgánico. Un espécimen difícil de clasificar pues, aunque fue pastor, su mayor interés fue siempre la política.

Finalmente, el 8 de mayo de 2025, fue elegido el agustino Robert Prevost. Una rareza tener consecutivamente dos pontífices religiosos y, aunque desarrolló una extensa labor pastoral como sacerdote y obispo en Estados Unidos y en Perú, también fue hombre de gobierno como general de su orden en dos periodos. Un papa pastoral en definitiva.

Uno podría tentarse con sacar cuentas para ver si fueron mejores los papas pastorales que los papas políticos, pero sería inútil. Y no solamente porque rara vez podremos encontrar blancos y negros muy definidos, sino porque hubo de todo. Si, en cambio, intentamos clasificarlos entre conservadores y progresistas, también aquí tendríamos problemas, sobre todo porque desafiaríamos a la doxa tradi que que encasilló a los Papas hace décadas.  Nos encontraríamos con un Papa como San Pío X, que no fue en absoluto un Papa conservador, y en cuanto tal podríamos considerarlo un Papa progresista [aclaro, por las dudas, que progresista, en este contexto, no tiene nada que ver con modernista], pero plenamente católico. Un caso similar ocurre con Pío XII: fue un Papa progresista aunque católico en doctrina. Y, a pesar de las apariencias, Juan XXIII fue un Papa conservador (dio marcha atrás con varias de las reformas emprendidas por su antecesor) más allá de la convocatoria del Vaticano II, que deberá uno preguntarse si era plenamente consciente de lo que estaba haciendo. 

En fin, que la taxonomía propuesta no ofrece demasiadas novedades pero sirve para desafiar algunos preconceptos que, a la larga, terminan distorsionando la mirada que poseemos de la historia de la Iglesia. 

44 comentarios en “Taxonomía pontificia del último siglo y medio

  1. Avatar de Desconocido Anónimo

    Me parece un buen punto el de Wanderer en este respecto. Toda clasificación es una simplificación, pero también, al ordenar un conjunto de realidades, nos acerca más a la verdad. Muchas clasificaciones de las mismas realidades nos permitirán hacernos un cuadro más verdadero. No son lo mismo que la verdad, pero ayudan a comprenderla.

    La clasificación que valora el tiempo que un papa ha estado como pastor y cuánto ha estado como curial me parece muy interesante para conocer un tanto su desempeño y visiones. Partamos de la base de que toda organización compleja precisa de una jerarquía, un reparto de tareas y una especialización de algunos de sus miembros, y la Iglesia lo es. En otras palabras, que una «curia» es necesaria. La autogestión asamblearia suena muy bien en la utopía anarquista, pero no se encuentra en la realidad.

    Un puesto curial es lo mismo que un funcionario, o un organizador, incluso, en el peor sentido de la palabra, un cortesano (conspirador, ávido de mantener o alcanzar el poder, mundano, etcétera). Un pastor es aquel que lleva una cura de almas. Pero no nos engañemos, incluso el párroco de pueblo lleva un mínimo de organización y hasta una pequeña jerarquía (sacristán, grupos de catequesis, cofradías, etcétera). Y, de hecho, un obispo es difícil saber cuánto tiene de pastor de almas (aunque sean las almas de sus sacerdotes) y cuánto de funcionario que tiene que organizar, administrar, emitir doctrina, etcétera, es decir, un «curial en miniatura».

    En otras palabras, que la distinción clara entre curial y pastoral no es tan así, sobre todo en el caso de los obispos. Y yo diría que todos los papas «pastores» han sido obispos antes. Y muchos de diócesis grandes, donde el contacto con la grey es escaso.

    Por otra parte, más que hablar de papas «pastores» versus «curiales», sería más propio establecer proporciones (en años, pues otra medida no queda) entre ambos estados. Y aún más, yo separaría el tiempo de párroco del de obispo, que sería un estado más mixto pastoral-curial que puramente pastoral. Sin olvidar, como decía otro comentarista, que desde el momento en que le nombran papa, el obispo más pastor pasa a ser curial, y cada año que suma como papa, lo hace en la casilla de «curial», le guste o no como al finado Francisco (q.d.t.G).

    Así pues, nos qudaría un cuadro de «proporciones» en años en que cada papa pasó como simple párroco o capellán (pastor), como obispo (mixto) o como curial (curial). y aún así tampoco sabríamos con certeza hasta que punto influye en su pontificado uno u otro aspecto.

    Por último, yo no equipararía «curial» a «político». Esta última es una vocación que se puede dar o no en cualquiera. Francisco es un buen ejemplo de papa que no fue curial (al menos en el sentido romano) y era bien político (en el peor sentido). Un curial en todo caso sería diplomático, precavido, o taimado, pero no necesariamente político.

    nachet

  2. Avatar de Desconocido Anónimo

    Para mí el tema de lo pastoral vs. lo político es que es equívoco. Operativamente refiere a que hay dos cosas fundamentales que se esperan del papa: que gobierne, es decir, que administre; y que enseñe, es decir, no solo que confirme en la fe, sino que oriente y anime, que sea un predicador. Lo cual, si uno recuerda, es precisamente lo que lleva a la creación de los diáconos en los Hechos de los Apóstoles. Pareciera que solo se puede hacer una de las dos cosas bien.

    El problema es cuando se quiere equiparar la capacidad de administrar con la experiencia diplomática y curial, y la capacidad de pastorear con la experiencia diocesana/parroquial/misional. Es decir, se toman criterios gerenciales sociológicos modernos para intentar caracterizar algo que debería ser descrito en categorías morales propias, en relación a virtudes y vicios, y como lo reconocía el mismo Aristóteles, a propensiones naturales a desarrollar estas y aquellas cualidades.

    Entiendo yo entonces que la pregunta que hay que hacerse para saber si un papa es «político» o «pastoral» es cuáles eran sus talentos o propensiones personales en una dirección u otra, y en qué medida los prácticó para bien o mal. Sinceramente la historia del papado es uno de esos temas que no me llaman, así que hablo solo de los que conocí:

    JPII era un papa pastoral. Se trataba de una persona con gran carisma personal y vitalidad, y, guste o no, se compartan o no los modos, objetivamente dedicó enormes energías a la tarea de visitar y animar, y el reflorecimiento de la devoción mariana y una serie de documentos doctrinales de peso y calado son también frutos importantes en este sentido. Lo administrativo… bueno…

    BXVI también fue un papa pastoral, por talentos e inclinaciones distintas. Era un académico, sí, pero fundamentalmente un *profesor* en el sentido neto vocacional, de gran paciencia, sentido de justicia, con talento y preocupación por hacer entender. Son conocidas las comparaciones y las humoradas en torno al hermeticismo académico de Wojtyla en contraste con la linealidad y orden de la producción Ratzingeriana. Encíclicas como Deus Caritas Est y Spe Salvi son leíbles pero son además estimulantes, espiritual y emocionalmente. Su preocupación por la reconciliación eclesial (la FSSPX, los Anglicanos, del otro lado la tolerancia y las paciencias con los Kikos) y por el diálogo intelectual son también netamente pastorales. Me lo debatirán, pero a mi criterio es real que hay una «generación Benedicto XVI» para quienes fue una figura paternal firme. Lo administrativo… ni tenía los dones para lo práctico concreto, ni la clase de personalidad que se impone o que es capaz de cortar para sanar.

    Francisco… es alguien a quien creo que eligieron porque vieron inclinación natural a la administración en una fuerte inclinación a lo práctico y una personalidad intransigente y creyeron que por obispo y sudaca iba a ser también pastoral. El tema allí fue la autoreferencialidad y no hace falta abundar en lo que han corrido ríos de bytes ya respecto a los resultados y los frutos.

    LXIV… ¿Qué tendrá? Como talentos e inclinaciones parece tener una rara mezcla de carisma personal y bajo perfil. Magnetismo como lo tenía JP II pero en un tenor más benedictino de vulnerabilidad. Del otro lado parece ser alguien muy discreto, que observa mucho y piensa antes de hablar, y no dice todo lo que piensa. Eso puede ser un talento en lo que tiene que ver con lo administrativo. Sus preocupaciones participan un poco de esta oscilación escorada hacia el lado pastoral, de querer sobre todo enseñar y reconfortar, aunque cuando quiere parece que puede y marca cancha en algunas cosas, soto voce. El tiempo dirá. Puede que sea el caso que no excela ni en lo uno ni en lo otro, por dedicarse a las dos, pero al menos no dejará sin hacer ambas. O al menos eso conjeturo.

  3. Avatar de Desconocido Messerschmidt

    No sé si este tipo de clasificación ayuda. Me temo que puede incluso inducir a confusión. La pasión clasificadora es de origen aristotélico, fue asumida con entusiasmo por la escolástica en general y el tomismo en particular y de ahí pasó a la Ilustración, que se apropió de ella ocultando de dónde la había sacado. Aunque tiene una larga tradición y aunque en determinados contextos es muy útil, la actividad clasificadora puede unas veces distorsionar la realidad, otras simplificarla demasiado, en ocasiones complicarla innecesariamente, etc. A menudo conduce a callejones sin salida.

    Por lo que respecta a los papas, me pregunto si la realidad no será demasiado compleja para que clasificaciones de este tipo funcionen. Por otra parte, en todo sistema de clasifiación siempre hay algo de arbitrario y subjetivo. Lo vemos en los problemas que plantea el incluir a Benedicto XVI en un grupo u otro. A mí personalmente se me ocurre que para papas como él debería considerarse un tercer grupo, el de los “papas magistrales” o “papas teólogos”. Y seguramente a otros se les ocurrirán otras categorías para poder situar a otros pontífices que no encajan en ninguna parte. ¿Qué decir de Francisco? Probablemente el único concepto en el que encaja totalmente es en el de los ineptos. Por otra parte, el origen “pastoral” o “político-curial” de un papa no es necesariamente tan relevante para su pontificado. Pensemos en Juan Pablo II. Ordenado sacerdote en 1946, se convirtió en papa en 1978 y lo fue hasta su muerte en 2008. Es decir, que pasó la primera mitad de su carrera eclesiástica como pastor y la segunda en Roma, en la Curia, lo que también debió dejar alguna huella, debió “curializarlo” en mayor o menor medida. Y no olvidemos que cada diócesis tiene su curia y que hay obispos diocesanos muy curialistas y poco pastorales…

    Por lo que se refiere a Juan XXIII, quisiera recordar que, si no estoy mal informado, los planes para un concilio no eran suyos, sino de Pío XII, que no llegó a madurarlos. No creo que Juan XXIII no fuera consciente de lo que hacía. Sin duda creía poder dirigir el concilio hasta su final. Su enfermedad lo obligó a quedarse bastante al margen y luego su muerte acabó de torcer el curso de los acontecimientos. Con toda seguridad, si Juan XXIII hubiera estado sano y vivido unos cuantos años más, el concilio habría sido muy diferente. La elección de Pablo VI como sucesor fue muy desafortunada. Es como si en aquellos años del concilio el Espíritu Santo hubiera estado de vacaciones. Y hay que recordar que quien llevó adelante la mayor parte de la reforma postconciliar fue Juan Pablo II, quien habría podido corregir el curso, pues tenía una autoridad, una popularidad y un prestigio que se lo permitían, pero no lo hizo, sino que continuó llevando la nave hacia el abismo. Juan XXIII tiene muy mala fama entre los tradicionalistas, pero sólo porque fue quien convocó el concilio, que no había sido su idea y en el que prácticamente no pudo participar. Aquí es inevitable revisar profundamente la historia y nuestros juicios al respecto.

    1. Avatar de Jorge Martín - Granada Jorge Martín - Granada

      Clasificar es clarificar, y eso ya está hecho y bien fundado: PUBLICANO y FARISEO, esa es la única clasificación-clarificación válida, para todo bautizado, sea o no sea ordenado, sea o no sea papa.

      El dolor todo lo deja clarificado: dolor por sus propios pecados o, sin dolerse, mirar con desdén a los hermanos. Las otras, las muchas y casuísticas clasificaciones de la razón, no son de ninguna utilidad al corazón.

      En el Evangelio todo quedó dicho y bien afirmado. Quizás de esta lista de papas que la razón se empeña en clasificar -que no clarificar, porque la razón nunca puede arrojar claridad-, Juan Pablo I fuese el único que se dolió como el publicano. Todos los demás, fariseos, por muy santos que políticamente hayan sido declarados.

      El publicano-papa, se duele por sí mismo y se duele por la Iglesia al completo sin levantar sus ojos hacia otras religiones, hacia otros falsos ídolos. De eso nada hemos tenido en los últimos 150 años.

      Ni siquiera san Pío X, entra en esta categoría, pues fue el papa más moderno, al dotar a la Iglesia de una Constitución -CDC-, tal como las que ya sufrían con gran padecimiento, las modernas naciones de su tiempo.

  4. Avatar de Desconocido Anónimo

    Los que esperaban una pronta salida de Tucho van a tener que buscarse una silla o mejor una cama para echarse a dormir. Está haciendo buena letra y el Papa le aprueba lo que elabora. Por supuesto, bien se cuidará nuestro compatriota de escribir rarezas woke. Con destreza se acomodó al nuevo ritmo y baila a su compás. Si no le aparece su sesgo puede tener un desempeño aceptable y continuar en Roma muuuuchos años.

  5. Avatar de Desconocido Anónimo

    ¿Se puede calificar de «conservador» a un Papa como Juan XXIII, que rehabilitó a los teólogos de la «nouvelle théogie», que habían sido condenados o puestos en entredicho por Pío XII? La «nouvelle théogie» tenía influencia modernista si no lo era abiertamente.

    1. Secundum quid, creo que se podría.
      Y podríamos hacer la siguiente pregunta: ¿se podría conseiderar conservador a un Papa como Pío XII que hizo un cambio radical en las ceremonias de la Semana Santa y, en la práctica, abrogó el ayuno eucarístico que la Iglesia había mantenido desde los primeros siglos?

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        Lo mejor es adaptarse a más detalles.

        1. Curial y extracurial
        2. Valorar enfoque:
          • Fe
          • Moral
          • Liturgia
          • Eclesiología
        3. Progresista, moderado o conservador
        4. Heterodoxo o heresiarca (Francisco)
        5. Politico, doctrinal o pastoral
        6. Diocesano o de orden religiosa (Francisco y León XIV)
        7. Jefatura de Estado y Jefatura de la Iglesia
        8. Intelectual, teólogo (Benedicto XVI), filósofo (San Juan Pablo II), peronista-autoritario (Francisco)

        San Juan Pablo II fue un mal liturgista, Benedicto XVI fue un mal gobernante, Francisco fue malo en todo, León XIV parece un diletante que se va a dar de bruces, Pío XII me pareció teatral y el iniciador del preNovus Ordo por sus reformas, Pablo VI entre valiente (Humanae Vítae), ingenuo (Novus Ordo, le tomaron el pelo) y amargado (el humo de Satanás)…

        lo cierto es que la Iglesia afronta sus últimos quince años de supervivencia, con un desplome en el número de religiosos sacerdotes y de fieles en Europa. León XIV verá como casi le desaparece la Iglesia en Europa, y le veo completamente ignorante de la problemática europea, que Juan Pablo II y Benedicto XVI si conocían por haber vivido el nazismo y el comunismo, además, conocieron a los grandes pensadores europeos.

  6. Avatar de Desconocido Anónimo

    Se me ocurre que quizá podemos hacer la clasificación en base a otras categorías.

    Si, por ejemplo, buscamos quiénes fueron sus «padrinos», tenemos que Ratti y Roncalli (y quizá Montini en forma indirecta) eran hombres del cardenal Ferrari – el principal opositor en Italia a la política antimodernista de Pío X.

    Habría que ver con los otros.

  7. Pingback: Taxonomie pontificale | Benoit et Moi

  8. Avatar de Desconocido Anónimo

    ¿Pío XII político? En un vídeo sobre el cónclave de 1939 enlazado recientemente en este blog, D. Alberto González Chaves señalaba que el Papa Ratti carecía de dotes diplomáticas y que su Secretario de Estado, Pacelli, tenía que embridar la vehemencia del Papa.

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        Me han contado que Pío XII suprimió elementos de su Misa de coronación que luego fueron restablecidos por Juan XXIII. ¿Alguien lo puede confirmar?

      2. Avatar de Desconocido Anónimo

        Siento discrepar, Pío XI fue un magnífico nuncio en Polonia y él fue el autor de los acuerdos de Letran que dieron origen al Estado Vaticano. Aunque su lugarteniente era Pacelli, el estratega era Pío XI. Era un gran diplomático. Aunque también tenía su genio y lo sacaba (cuando la Mit brennender sorge contra Hitler). Pero yo siempre he pensado que Pío XII no fue sino el heredero y continuador de Pío XI y, probablemente, en este caso sí que Pío XI se preparó su sucesor.

      3. Estimado, nadie dijo que Pío XI fue un mal nuncio en Polonia. Todo lo contrario.
        Y le hago una corrección: los Pactos Lateranenses (1929) fueron su obra y, sobre todo, del cardenal Gasparri, que fue Secretario de Estado hasta 1930. Pacelli vino después.

  9. Avatar de Desconocido Anónimo

    A mí hay algo que me sorprende del lado de los comentaristas, y es la perspectiva con la que enfocan estos problemas. Se preguntan «qué hacer», como si fueran agentes con capacidad de acción o toma de decisiones, o como si el Cuerpo Místico fuera un laboratorio de experimentos sociales en los que cada uno pueda ensayar sus modelos organizacionales. Una cosa es plantear, como se hace decentemente en el artículo, una serie de postulados y conjeturas de orden práctico desde un punto de vista teórico. Otra cosa es la idea de que las cosas en la Iglesia funcionen como una masa maleable según arbitrio. Lamento advertir que esto último es precisamente una modulación más de la mentalidad moderna antropocéntrica inaugurada en el Renacimiento. Por si no queda claro, eso no sirve de nada. Antes bien, pone al individuo, que así se detiene a gastar sus energías en ello, en ocasión de creer que puede juzgar de asuntos que escapan a su deber ordinario como si le incumbiera. Hasta donde consta, nadie aquí recibió el mandato celeste dado a San Francisco de reconstruir Su Iglesia.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Se puede y se debe reflexionar sobre todos los asuntos de la vida de la Iglesia. Es la inteligencia que activamente busca comprender para amar y servir mejor a la Iglesia, eso forma parte de la dinámica cristiana. Va a resultar que los cristianos pueden razonar la Trinidad (y vaya si se ha hecho en la teología) y no se va a poder razonar sobre Pío XII. Absurdo.

  10. Avatar de Desconocido Anónimo

    ¿Puede aclarar el articulista a qué se refiere con que Juan XXIII diera marcha atrás con algunas reformas de Pío XII, siendo así un Papa «conservador»?

    1. Le paso dos ejemplos, el primero casi cómico. En 1952, Pío XII determinó que la cauda, o cola, de la capa coral de los cardenales debía medir 7 metros de largo, y no 10 como había sido tradición. Juan XXIII restituyó los 10 metros.
      Otra más importante: Pío XII encargó al cardenal Bea y a sus amigos jesuitas del Instituto Bíblico una nueva traducción de los salmos más fiel al original. Luego de terminada, quiso imponerla como la versión normativa para el rezo y canto de lo oficio en toda la Iglesia, con lo cual se dejaba de lado la versión tradicional que se remontaba a San Jerónimo. Esta versión «piana de los salmos» eran indigerible. Juan XXIII la abrogó y retornó a la versión original.

  11. Avatar de Desconocido Anónimo

    Recordemos que Giovanni Maria Mastai-Ferretti estuvo en Buenos Aires y en Mendoza, no tengo presente si en alguna otra ciudad argentina también. Fue en 1823 integrando la «misión Muzi», que venía a explorar la posibilidad de relaciones diplomáticas de la Santa Sede con el nuevo Estado. No fue bi8en recibido en la urbe falaz y descreída dominada por los liberales y masones. En cambio en Mendoza fue bien acogido, incluso celebró una misa con muy buena asistencia de fieles.

  12. Avatar de Desconocido Anónimo

    Estimado Wanderer

    Muchas Gracias por esta reflexión, los alemanes dicen “Impuls”, porque en realidad “impulsa” una reflexión, y me vino a la memoria Albino Luciani (Juan Pablo I) y su librito “Ilustrísimos Señores” cita a Santo Tomas de Aquino, sobre el tema de una elección de un candidato decía:”¿Que el primer candidato es santo? Pues bien, oret pro nobis, que diga algún padre nuestro por nosotros, pobres pecadores. ¿Es docto el segundo? Nos alegramos mucho, doceat nos, que escriba cualquier libro de erudición. ¿Es prudente el tercero? Iste regat nos, que éste nos gobierne y sea designado Papa”.

    San Bernardo de Claraval escribió a un Papa: «No temo para ti ni hierro ni veneno, sino el orgullo del poder

    En la misma obra citada, escribe en una “carta” a San Bernardo: “Acepto, y comienzo por invertir mi propia afirmación. «Si eres prudente, gobierna», escribí entonces. «Si gobiernas, sé prudente», escribo ahora. Es decir: ten muy metido en la cabeza algunos principios básicos y trata de adaptarlos a las circunstancias de la vida. ¿Qué principios? Mencionaré alguno de ellos. Un éxito aparente, aunque clamoroso, es en realidad un fracaso si se ha conseguido pisoteando la verdad, la justicia y la caridad. El que está por encima, está al servicio de quien está por debajo: tanto valen los señores como los súbditos. Cuanto mayor es la responsabilidad, tanto mayor es la necesidad de recibir ayuda de Dios.

    “Nos la ha descrito Arístides Briand, varias veces primer ministro de Francia. En una tienda—dijo— entra un loco con un garrote en la mano; la emprende a bastonazo limpio con jarros, vasos y platos, y lo reduce todo a pedazos. La gente se detiene, acude de todas partes, admira la proeza. Poco tiempo después entra en la tienda un viejecito con un bote de goma bajo el brazo; se quita el gabán, se pone los lentes y, con una paciencia de cartujo, comienza—en medio de aquel destrozo—a reparar los vasos rotos. ¡Tened por seguro que ninguno de los transeúntes se detendrá a mirarlo! Tuyo, BERNARDO BE CLARAVAL Octubre 1971”.

  13. Avatar de Desconocido Anónimo

    La clave curiales/extracuriales es bastante útil, por lo menos para el siglo XX, aunque el siglo XXI ha visto la derrota casi definitiva de los primeros (el último intento fue el de Parolin). En general, los curiales representan algo así como el «deep State», mientras que los extracuriales suelen ser más aleatorios, para bien y para mal.

    Ludovicus

  14. Avatar de Desconocido Anónimo

    Bueno es evidente que la cura de almas y la política no tienen nada que ver la una con la otra -la visión que promueve cada una es completamente diferente-; pero ambas son necesarias porque el catolicismo tiene como fin la cura de almas y la promoción del Evangelio; y un Papa es un Jefe de Estado que funciona a nivel de servicio diplomático y que tiene una organización enorme basada en derecho (que en Roma es la Curia).

    ¿ qué hacer?

    Los arzobispos de Canterbury, que son Primados de Inglaterra de la Iglesia Católica Anglicana y presidentes de honor de la comunión anglicana mundial, son elegidos alternandose entre las 2 ramas principales de la Iglesia Anglicana: la evangélica («protestante») y «High Church» («católica»).

    Por ejemplo, (ahora está la sede vacante porque dimitió por un caso de «pederastia») Justin Welby es evangelista; su antecesor, Rowan Williams, es high church; el antecesor de éste, George Carey era evangelista; su antecesor era Robert Runcie, high chuch.

    Como se sabe, los obispos anglicanos son nombramientos políticos. Hay un añadido porque al ser Cabeza de la Unión Anglicana mundial, también lo son de las Iglesias anglicana africanas, que no quieren ni oír hablar nada sobre la sodomía y la ordnación de las mujeres (algunas de estas Iglesias ya se han separado justamente por estos temas)

    En fin, que una solución similar sería interesante para la Iglesia Católica, porque complementaría una administración con otra y de alguna manera contentaría a ambas partes.

    Luego, la segunda persona con poder real -el que sea- tras el Papa, podría ser de la tendencia contraria, pero con un límite temporal no ampliable de 3-4 años.

    A parte de esto está el servicio diplomático, que tiene fama de ser el mejor del mundo, pero que no puede depender de gente sin conocimientos ni experiencia, como el salesiano cardenal Bertone.

    ¿cuál es la persona más importante del Vaticano?

    Evidentemente el que elige a los obispos.

    El dominio jesuita en este departamento y durante tanto tiempo explica el desastre acaecido en la Iglesia Católica. Además de los obispos de hoy saldrán los Papas de mañana.

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      La «High Church» no es «católica», solo son un grupo de viejos disfrazados (con trajes muy bonitos por cierto) pero con suerte encuentra uno que crea en Dios en la High Church, y no hablo de Dios en un sentido general, hablo del Verdadero (El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). Otros si no niegan la verdad de la Escritura bendicen a la masonería.

      Se encontrara más fe cristiana en la Low Church (protestante si pero creyente) que en los masones de la High Church.

      El muy «católico» Rowan Williams tiene opiniones que harían que el Tucho parezca Santo Tomas de Aquino, e incluso le prohibieron realizar sus servicio religiosos en mas de 300 «parroquias» anglicanas por ser demasiado herético.

    1. Por supuesto. El modernismo es una herejía, o un resumen de todas las herejías, como bien lo difinió San Pío X.
      Por progresismo, en el contexto del artículo, me refiero a papas que sancionaron numerosas reformas, algunas de ellas muy pronunciadas, en la Iglesia. Piense, por ejemplo, en las numerosas reformas que en materia litúrgica hizo San Pío X, alguna de ellas muy osadas. Y lo mismo ocurrió con Pío XII. No se trata de cuestionar esas reformas -que podrán gustar más o menos-, sino de ser conscientes de que significaron un «progreso», o un «cambio» pronunciado en la vida de la Iglesia.

      1. Solamente en lo referido a la liturgia, las reformas de San Pío X fueron:
        1. El motu proprio Tra le sollecitudini del 22 de noviembre de 1903, sobre la abrogación de la tradición musical previa en el mundo occidental y la imposición del canto gregoriano al modo de Solesmes.
        2. El decreto Sacra tridentina, del 20 de diciembre de 1905, que superando un uso más que milenaria, instauró la comunión frecuente y, por este medio, una mayor participación sacramental de los fieles en la Santa Misa.
        3. El decreto Quam singulare del 6 de agosto de 1910, sobre la edad de la primera comunión de los niños.
        4. La bula Divino afflatu, del 1 de noviembre de 1911, que reformó el calendario y el breviario romano.
        Las reformas 1, 2 y 4 fueron realmente muy osadas.
        Recuerde que no estoy emitiendo juicio de valor. Simplemente asevero que se trataron de reformas absolutamente inéditas en la historia de la Iglesia.

      2. Avatar de Desconocido Anónimo

        Otro ejemplo de «progresismo» de Pio XII dice relación con su famoso discurso a las comadronas italianas, de 1951, sobre el control de la natalidad.

      3. Avatar de Desconocido Anónimo

        ¿Y qué tal llamarlo reformismo católico? Digo, porque progresismo escora a la ideología, de la izquierda liberal, la izquierda no leninista, a la periferia marxista bla, bla, bla. Mientras que reformismo, incluso cuando se piense en el protestantismo, queda más en lo religioso.

      4. Avatar de Desconocido Anónimo

        Wanderer, ¿qué hay para leer sobre la tradición musical litúrgica previa a 1900?

        Es común hablar de la decadencia del gregoriano en el Renacimiento, y luego de la restauración encabezada por Solesmes (que no eran los únicos trazando teorías), ¿pero qué hubo en el medio?

        Gracias!

      5. Estimado, no soy un especialista en el tema y no me animo a responderle. He tenido la oportunidad de escuchar en vivo a Marcel Perès y su coro, la reconstrucción que hace de ese primitivo canto romano. Y en sus propias investigaciones encontró poblaciones aisladas en Córcegga y Zamora que habían conservado, a pesar de la prohibición de San Pío X, esa tradición.
        Por otro lado, yo no llamaría «restauración» a lo que hizo Solesmes. Fue más bien una recreación, muy bella por cierto, pero también muy cuestionable desde el punto de vista histórico y musicológico.

      6. Avatar de Desconocido Anónimo

        De acuerdo con el anónimo del 28 de julio a las 19:55 horas: si de reformas se trata, llamémosles «papas reformistas», frente a «papas inmovilistas/conservadores». El progresismo, que tiene además un nombre muy tramposo, no es más que destrucción de tradiciones en un sentido antropocentrista y ateo, se mire como se mire, y está intrínsecamente relacionado con el modernismo teológico.

        Confundir la reforma (ahí están grandes reformadores como Santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz o el cardenal Cisneros) con el infecto progresismo que «progresa» a base de romper todos los lazos del hombre con la ley natural y la ley revelada, es tanto como confundir el liberalismo filosófico y político de la Ilustración con el liberalismo entendido como generosidad y desprendimiento de los bienes propios de la literatura medieval y renacentista.

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