por Facundito, sacerdote. Bisnieto del Tigre de los Llanos.
En la historia argentina, como en la historia de toda Hispanoamérica, no se puede omitir que hubo en el siglo XIX un duro enfrentamiento entre dos cosmovisiones: una tradicional, católica, heredada de la España de los Austrias, y a través de ella, de la Cristiandad, y otra liberal y revolucionaria, heredera de la Revolución Francesa.
En Argentina, la ideología liberal se situó principalmente en una minoría de pretendidos intelectuales que vivían en la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, nombre al que quitaron toda su herencia religiosa, reduciéndolo simplemente a “Buenos Aires”. Fueron ellos los que constituyeron mayoritariamente las Juntas de Gobierno que se revelaron contra su legítimo soberano, con las excusa válida de las invasiones napoleónicas, pero que nunca más volvieron a someterse a su mandato.
Es así que la Argentina naciente de esa insurrección, se desangró durante décadas en luchas fratricidas entre quiene pretendían un gobierno unitario y liberal, centralizado en Buenos Aires, y los federales que, al mando de caudillos surgidos naturalmente en las distintas regiones del país, que defendían la autonomía de sus provincias y el derecho a conservar la vida, la religión y la cultura. Eran los herederos de la defensa de los fueros españoles. Para los unitarios, o porteños, todo el interior del país, federal e hispánico, no era más que una masa despreciable de bárbaros atrasados que aún no habían conocido las nuevas ideas importadas de la luminosa Revolución Francesa.
De estas historias, queda todavía el desprecio de los porteños —habitantes de la ciudad de Buenos Aires y de todo conurbano (o congourbano como lo llaman algunos) por los argentinos del interior. Y, al revés, una ojeriza de los “brutos” del interior por lo engreídos porteños. Como se decía en el siglo XIX, hoy también muchos dicen: “Católico soy, y líbreme Dios de ser porteño”.
Por supuesto que es preciso distinguir. Hubo y hay liberales anticatólicos en el interior (Domingo Sarmiento era sanjuanino y criollo, y se avergonzaba de serlo); y por otro lado hubo y hay hombres nacidos en la ciudad de Buenos Aires que son de lo mejor que ha pisado este suelo.
A este trasfondo histórico y cultural de Argentina no escapa la Iglesia. Mientras fue arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado, y mucho más cuando fue Papa, Jorge Mario Bergoglio, que era porteño, repitió en nuestro país la misma campaña que los unitarios habían hecho en el Siglo XIX en el ámbito del poder civil. Al igual que sus predecesores de los siglos pasados, actuó políticamente como cardenal y como Papa para imponer en la Iglesia argentina un gobierno eclesial centralista y liberal, ubicando a sus hombres en todas las sedes episcopales posibles, y persiguiendo a golpe de decretos, visitas fraternas, comisariamientos, intervenciones, suspensiones y reducciones a todo lo que en el interior del país intentaba preservar la “barbarie atrasada” de la doctrina y la moral católica, el sacerdocio católico, la liturgia y la piedad católicas. En esto coincidía con Domingo Sarmiento que decía que el centro de la barbarie en el país era el Colegio de Monserrat en Córdoba, donde se enseñaba teología escolástica.
Es en este contexto en el que se entienden las declaraciones de Mons Raúl Martín, Arzobispo de Paraná, que confesó sin ninguna vergüenza que había ajustado la diócesis de Santa Rosa a “lo que estábamos haciendo en Buenos Aires”, y que lo mismo pensaba hacer en Paraná tal como comentamos en este blog. Como buen porteño, no se daba cuenta de lo grave que era decirle tal cosa a un entrerriano, cuya provincia supo ser república (en efecto, el 29 de septiembre de 1820 —día de San Miguel, patrón de la provincia—, el caudillo Francisco Ramírez proclamó la creación de la República de Entre Ríos en la capilla de Nuestra Señora del Rosario de Rosario del Tala).
Igualmente se entiende el ruidoso festejo de los obispos argentinos transmitido por pantallas en la catedral de San Luis al ser depuesto como obispo Mons. Pedro Martínez, mendocino, e impuesto Mons. Gabriel Barba, porteño. Los obispos literalmente decían “por fin la Iglesia de San Luis se integra a la Iglesia argentina”, y tuvieron la delicadeza de hacerlo delante de todo el pueblo puntano y del mismísimo obispo depuesto. El mismo Mons. Barba no se ha cansado de hostigar al pueblo y al clero puntanos repitiéndoles que tienen 50 años de atraso, que deben dejar lo aprendido en el pasado y abrirse a lo nuevo. Uno de los mejores ejemplos fue cuando organizó una jornada de actualización teológica obligatoria para todo el clero, donde dos sacerdotes de Buenos Aires les dieron a entender a los sacerdotes puntanos que estaban muy desactualizados en teología bíblica, y que tenían que aprender los nuevos avances en la materia: Jesús desconocía su misión, su Resurrección fue sólo una noticia difundida en la comunidad que después escribió los Evangelios y no fue un hecho histórico, los milagros son interpretaciones de la comunidad creyente, etc.
La historia se repite: la prepotencia liberal de la Capital imponiendo por la fuerza su autoridad y tratando de brutos y atrasados a los pobladores del interior.
Como dijimos, el arzobispo de Paraná no es entrerriano: es porteño.
El obispo de San Luis no es puntano: es porteño.
Pero también…
El arzobispo de San Juan no es sanjuanino: es porteño.
El arzobispo de Mendoza no es mendocino: es porteño.
El administrador apostólico de San Rafael no es mendocino: es porteño.
Y el obispo emérito de esa sede, renunciado por odium plebis, también es porteño.
Y su otro emérito, renunciado hace pocos meses por abuso sexual, también es porteño.
El cardenal arzobispo de Santiago del Estero no es santiagueño: es porteño.
El arzobispo de Corrientes es bonaerense, pero formado en la capital.
El arzobispo de Bahía Blanca no es bonaerense: es porteño.
El arzobispo de Mercedes – Luján no es bonaerense: es porteño.
El arzobispo de La Plata tampoco es bonaerense: es porteño.
El obispo de Chascomús, tampoco es bonaerense: es porteño.
El obispo de Gregorio de Laferrere tampoco es bonaerense: es porteño.
El obispo de Morón claro que no es bonaerense: es porteño.
El obispo castrense obviamente que también es porteño.
El obispo de Jujuy (la punta norte del país) no es del norte: es porteño.
El obispo de Posadas (punta noreste del país) no es misionero ni litoraleño: es porteño.
El obispo de Venado Tuerto no es santafesino: ¡es coreano!, pero estudió y fue ordenado sacerdote en la Ciudad de Buenos Aires.
El obispo de Catamarca no es catamarqueño: es porteño
El obispo prelado de Dean Funes (Córdoba) no es cordobés: es porteño
El obispo de Neuquén no es neuquino: es porteño.
El de Puerto Iguazú (triple frontera con Brasil y Paraguay) no es misionero: es porteño.
El obispo de San Carlos de Bariloche no es rionegrino: es porteño.
El obispo de San Roque (Chaco) no es chaqueño: es porteño.
También de la superpoblación de obispos auxiliares —Argentina tiene 28—, 15 son porteños por nacimiento o por formación e incardinación.
Claro, no son todos los obispos argentinos. Pero son la inmensa mayoría. Hay algunos de Córdoba y de Rosario, las otras dos grandes ciudades del país. Por supuesto, prácticamente todos bien alineados con la ideología liberal de la Conferencia Episcopal, como el “Manco” Paz, que era cordobés pero liberal y unitario.
No se trata aquí de una cuestión de rivalidades naturales entre provincias y capitales, que existe en todos los países, y bien sabemos que no se tiende a elegir como obispo a un sacerdote de la misma diócesis. El problema es la ideología que se ha tratado de imponer por medio de estos nombramientos, de manera avasalladora e irrespetuosa en todo el interior de la Argentina.
Es muy clamoroso que de entre los egresados de los cuatro seminarios que en Argentina apostaron por ofrecer una formación doctrinalmente más sólida de acuerdo con los documentos de la Iglesia (todos del interior del país), y a pesar de que los sacerdotes egresados de ellos tengan títulos otorgados por universidades romanas y abundante experiencia pastoral, solo se ha nombrado un obispo, y éste fue depuesto luego de una de las fraternales visitas tan comunes en el pontificado bergogliano, y ahora es el emérito de San Luis.
El pueblo católico del interior del país ya está harto de que le ataquen su fe para imponerles sus ideologías; les roben su liturgia y su oración; les destruyan sus seminarios y congregaciones; les dejen sus diócesis en bancarrota y con graves escándalos, y todo esto con la prepotencia de siempre de los que vienen de Buenos Aires a enseñarles a los criollos brutos cómo se hacen las cosas.
Wanderer 
Estimado Wanderer. No puedo estar más de acuerdo. Algún día podría comentar el fenómeno semejante que se da en la uniforme extracción del personal docente de las facultades eclesiásticas de la Universidad Católica Argentina, a pesar de ser la Universidad de la Conferencia Episcopal Argentina. De cualquier modo, Usted debe saber que el Obispo de Catamarca solo nació en Buenos Aires, pero vivió desde su infancia en Tucumán, donde frecuentó ya el seminario menor.
En Santa Fe de la Vera Cruz tenemos un obispo que ni se opuso ni le pareció mal que la nueva constitución provincial, a pedido de la masonería, deje de reconocer que la religión de la provincia es la católica, apostólica y romana para pasar a ser laicos o judeo-masónicos o coso.
Vaya uno a saber de que región del país hubiéramos necesitado importar un obispo a la hora de defender con un poco mas de celo lo nuestro.
A esta altura de la cuestión, con que los obispos y cardenales argentinos sean católicos, ya habremos dado un gran paso adelante.
Sin importar si son de la provincia donde ejerzan su ministerio. O lo son de otra.
O si son procedentes de la ciudad gay friendly, capital del «católicismo mistongo».
Creo que no son una oligarquía, forma degradada de la aristocracia.
Más bien son ejemplares de la kakistocracia.
Por último, la expresión congourbano no refiere a la condición de provincianos sino a un modo de describir la degradación -que está a la vista de Mister Magoo- que han producido las muchas décadas de demagogia, populacherismo, banalización de la miseria y la vida en condiciones más que miserables, más el aporte inestimable del consumo de drogas, alcohol y vagancia.
Banalización que no es exclusiva de ningún sector de la enseñanza, que ha trocado en adoctrinamiento.
Basta ver las explosiones de «simulacros de volcanes» que han sucedido en la provincia de Buenos Aires y también en el barrio de Palermo de la C.A.B.A.
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Don Wanderer, un off topic de este post de lunes pero yendo a la actualidad de este miéscoles. je.
Qué mal venimos con los nombramientos y confirmaciones en los cargos
Cupich, Roche…..la aceptación del obispo de Shanghai
Si estábamos esperando sus actos de gobierno concreto…
Se desvancen poco a poco las esperanzas.
Buenas!
Nadie que conociera un poco de la dinámica vaticana podía esperar un relevo masivo de funcionarios.Seguro cómo ya lo había pronosticado sino Wander ,si alguno de sus comentaristas,el Papa respetará los tiempos canónicos e irá acomodando la curia por mejores caminos que su predecesor.
Mientras tanto a través de su predica va poniendo los cimientos de su pontificado.
Leon gobierna by de book con prudencia y tomándose el tiempo.
Piano,piano piu va lontano!
Che y si el clero del Interior es poco idóneo (han nombrado a Angeleli y a Tucho, por ej) y por eso tienen que mandar porteños? También hay extranjeros o religiosos. Me parece mucho esto de la conspiración porteña unitaria del Papa Francisco que puso en la CDF a Tucho cordobés.
Ahí un catalán decia que algo similar ocurre en su región. O será una conspiración de madrileños centralistas de larga data inaugurada por los Borbones liberales masones? Habría que encontrar al último Papa español que habría aplicado esa política a rajatabla junto a un Tucho pero de la Córdoba original.
No sé en que se basa lo que aserta, pero recuerde que hasta el Concilio, se ha procurado nombrar obispos sabios y santos (y evidentemente a-políticos ).
Hoy es justamente lo contrario:
Se intenta nombrar obispos políticos (y evidentemente tontos y mundanos).
¿Hemos ganado con el cambio?
seguro que alguien sí; aunque no el Pueblo de Dios peregrinante.
La diferencia entre porteño y bonaerense es totalmente artificial. Creer que los porteños no son bonaerenses es como creer que los marplatenses tampoco lo son.
Hoy en día Buenos Aires más que una ciudad es el centro de una megaciudad mayormente bonaerense de 14-16 millones de personas que se extiende desde Tigre a La Plata. Un tercio del país vive ahí. Y cerca del 45% de la población nacional vive en Buenos Aires si le agregamos la población del interior bonaerense.
La ciudad de Buenos Aires es la que le dio el nombre a la provincia. La ciudad fue la capital de la provincia hasta 1880, y hubo una guerra del resto de Argentina contra Buenos Aires para sacarle a ésta su ciudad principal y los ingresos del puerto. Ese fue el punto central del conflicto entre «unitarios» y «federales». La única fuente de ingresos genuina capaz de financiar a un Estado nuevo en el siglo XIX era la aduana. Ya que Buenos Aires iba a tener que poner todo el dinero, los unitarios querían que Buenos Aires también tenga la sartén por el mango, los federales querían hacer ellos lo que les de la gana, sin supervisión, con el dinero de Buenos Aires. Como hace Insfrán en Formosa y en todas las mal llamadas provincias feudales argentinas donde existe una relación clientelar entre gobernadores, generalmente de familias tradicionales, como los Urtubey o Rodríguez Saá, y votantes-empleados públicos.
Los federales argentinos son un grupo de gente que cree que federalismo es cuando el gobierno nacional te da plata. Ninguno jamás quiso ser autónomo como un cantón suizo o un Estado de EEUU.
La gente que habla de centralismo liberal porteño debería preguntarse, si eso es verdad, por qué ningún porteño fue presidente por más de un siglo, por qué los gobernadores de Buenos Aires nunca logran ser presidentes (maldición que espero continúe con Kicillof), y por qué la mayor parte de los impuestos recaudados en las dos Buenos Aires, ciudad y provincia, son redistribuidos al resto del país vía coparticipación de impuestos, cuando ya no se puede decir que Buenos Aires sea una provincia rica, sino una provincia llena de pobreza, crimen y narcotráfico. La nueva ley de coparticipación está pendiente desde la reforma de 1994 porque el interior está muy contento con el status quo, y el fondo del conurbano que había conseguido Duhalde fue destruido por los gobernadores del interior.
El Estado Nacional ha llevado a cabo una campaña de incapacitación de Buenos Aires, a pedido del interior, desde la época del tucumano Roca. Situación que me recuerda a lo que hicieron los españoles después de Franco, destruyendo a Castilla con la creación de las comunidades autónomas de Cantabria, Madrid y La Rioja, y manteniendo divididas a La Vieja y la Nueva. Una Castilla unida tendría demasiado peso en el Estado español, y lo mismo pasaría con Buenos Aires sin todos los perjuicios a los que la someten (o mejor dicho, incluso más peso que el que tiene ahora).
Que la cantidad de obispos porteños sea excesiva supongo depende de la cantidad de sacerdotes y seminaristas porteños. Dato que desconozco por completo. No creo que haya estadísticas sobre el origen geográfico de la curia, pero por la decadencia del seminario de Buenos Aires supongo que sí deben estar sobrerrepresentados los porteños.
Mi impresión es que lo que no les gusta al Facundito tiene mucho más que ver con el centralismo papal que con el centralismo porteño. Hasta Bergoglio tuvo que obedecer a Benedicto XVI a regañadientes, de mala gana, de forma pasivo-agresiva, como empleado trabajando a reglamento.
Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires..
Absolutamente de acuerdo.
Las luchas entre unitarios y federales no fueron jamás por la Religión, como dicen los enceguecidos nacionalistas, sino por la caja, la biyuya, el crocante. Se hizo una Revolución sin un plan de país (al revés que EEUU), y lo cierto es que con un único puerto en Buenos Aires, era inevitable que fuera ésta quien llevara la voz cantante (además de que era la única que tenía un ejército).
El periplo de nuestra historia, desde mayo de 1810 hasta la actual situación de catástrofe, es la lucha por el desguace de Buenos Aires. Rosas pudo mantenerse a salvo en un esquema de Confederación, es decir, de Estados provinciales independientes, guardándose la caja para él, y negándose a formar un país, porque un país era igual a la muerte de Buenos Aires. Después de Caseros, pero sobre todo después de Pavón, se acepta la creación del Estado nacional (y ahí nace la República Argentina, en 1860, no antes), manteniendo todavía Buenos Aires las rentas de aduana por cinco años.
La siguiente etapa fue la federalización de la ciudad, otro golpe a la Provincia de Buenos Aires, acaso necesario para consolidar la unidad nacional, porque desde entonces la ciudad pasó a ser de todos los argentinos, y de hecho fueron presidentes provincianos todos los que la convirtieron en la «París de América».
El golpe de gracia a la Provincia de Buenos Aires se lo dio la democracia, con la ley 23.548 de coparticipación federal en 1988. Hasta ese momento esa Provincia al menos conservaba para sí casi toda su renta fiscal. A partir de esa ley, más de 60% de su renta fiscal le es birlada para ser repartida a otras Provincias que, como no son sustentables, no deberían existir (para ello el art.13 de la CN prevé que puedan fusionarse Provincias).
De Provincia fuerte y al mando al principio del periplo (1810, en ese momento Intendencia), llegamos al final de la historia: una Provincia pauperizada y saqueada por el resto de las Provincias, todo en nombre del federalismo. Imposible que el país despegue si a su principal jurisdicción se la tiene deliberadamente engrillada y apaleada como a un galeote. Si se me permite la analogía futbolística, es como que la selección salga a jugar con Messi en cancha con las piernas atadas.
El federalismo que tanto proclaman muchos, usando mal el término, porque en realidad se refieren a un confederalismo imposible (porque las Provincias en su mayoría son inviables) es, como explica Julio C. Gonzalez en su libro «La involución Hispanoamericana», un caballo de Troya que nos metieron los ingleses en 1820, bajo la consabida regla «Divide et impera». Esta quimera peligrosa es defendida tanto por izquierdistas, populistas de toda laya, como por nacionalistas católicos, que ilusoriamente creen que las Provincias y los Municipios (esas madrigueras de parásitos distribuidoras de misoprostol) son la herencia hispánica rediviva, el non plus ultra de los «cuerpos intermedios», la garantía de un fantasioso Bien Común y, para más absurdo, herederas de fueros medievales (fueros que jamás rigieron en Hispanoamérica).
Es muy interesante la analogía con el caso español con su régimen que, aunque no es federal, implica una descentralización absurda que sólo es debilitamiento nacional. Todo a pedir del globalismo enemigo de los Estados Nacionales fuertes.
Don Alonso
La provincia de Buenos Aires no es homogenea, no tiene nada que ver La Matanza con Tandil, por decir algo. Habría que darle lo suyo pero dividirla.
El obispo de Catamarca, mons. Luis Urbanc, no es porteño… es tucumano
Estimado:
El obispo de Catamarca, mons. Luis Urbanc, es porteño
https://aica.org/obispo-urbanc-luis
Lo importante no es de donde se es, sino en donde recibió su educación; lo que en otros tiempos se decía como: «el buey no es de donde nace, sino de donde pace».
Del dominico arzobispo de Bahía Blanca, nunca he leído nada bueno ni malo. Me gustaría saber en qué anda aquel que fue sucesor del nefasto Timothy Radcliffe al frente de la orden de predicadores
En la patagonia NO HAY NI UN SOLO OBISPO PATAGONICO. Y así andamos
Los dos obispos Laxague son nacidos en El Pensamiento, extremo sur de la provincia de Buenos Aires, puerta de la Patagonia.
Don Wander:
Llegan noticias algo preocupantes con respecto a la misa tradicional desde Estados Unidos. No parece que Roma quiera corregir el rumbo en esto tampoco. ¿Alguna opinión al respecto?
REzar y esperar.
¿Realmente sobrevive un bisnieto de Facundo Quiroga, muerto hace 190 años, o es algún tipo de humor editorial que no llegué a captar?
Estrictamente hablando no es algo imposible, pero perdón si lo pongo en duda.
¿Es necesario responder?
No. No es necesario que responda querido Wanderer. Ya dejó claro que el post no es suyo. Pero, aprovecho para comentar que a mí como español tradicionalista y a la par descendiente de un unitario argentino (Alejandro Danel), me enseñaron que allá, en su patria, los rojos eran los federalistas y los nuestros los unitarios
Anónimo de las 18.38.
Me parece que no le enseñaron bien.
Los dos bandos eran iguales pero unos éramos más iguales que otros
Unitario era el régimen de gobierno virreinal (en sentido de unidad de gobierno), unitario es también el gobierno de la Iglesia, que no tiene por qué asignar «cargos» según el lugar de nacimiento de sus funcionarios.
Dicho esto, es forzada la analogía expuesta en el artículo y, además, errada, en tanto se basa en trillados errores de nuestra historiografía. Los «federales» no eran tales sino, más bien, «confederales», refractarios a la unidad nacional, y por tanto incluso más revolucionarios (y antitradicionales) que los unitarios. En cuanto a la religión, liberales eran todos, pero -hipocresías de lado- la Constitución del Estado de Buenos Aires separado de la «Confederación» (1854) era más «católica» que la sancionada en 1853-60, dado que no solamente «sostenía el culto» sino que la proclamaba religión oficial del Estado.
Don Alonso
Exacto. Lo único que nos faltaba era este insólito macramé de revisionismo histérico romantizado y el eterno complejo de provincianismo llevado al ambito eclesial.
Pero es mas fácil dar este tipo de interpretaciones ideológicas que ponerse a analizar una tabla de datos duros (diocesis/origen de su obispo), porque en este blog se viene hablando de superpoblación de obispos y en esa lista hay apenas una decena.
Y acá viene lo mas importante: hay realmente un plan progre-porteño-modernista de destruir las aparentemente piadosas y florecidas diócesis del Interior? O es que mas bien en el interior hay pocas o nulas vocaciones y ademas con mala formación, en comparación con el clero de Bs As?
Vengo de la vecina diócesis de San Isidro donde se podría suponer que el clero viene altamente educado y por tanto mas apto para lo formativo y el management. y que cuenta con recursos para tener la diócesis impecable. La realidad? Los curas porteños les pasan el trapo abismalmente desde lo formativo y la liturgia es ampliamente superada.
Si esto es así con el clero educado sanisidrense, no me quiero imaginar lo que será el clero santiagueño o peor, el de las laicas provincias patagónicas. Pero en lugar de plantearse eso es mas fácil basurear al porteño y elaborar una teoría de la conspiración.
La Revolución de Mayo fue la revolución del patriciado porteño a la que tuvo que imponer a los tiros en el Interior para emancipar a la nacion del yugo borbónico. Pero bien y gracias no?
Lamento desilusionarlo. No es cuestión de formación. Es asunto de lobby y amiguismo.
Gracias por su nuevo artículo estimado Wanderer.
Me da la sensación de que usted exagera un poco al tildar de no cardenal al pobre Garcia Cuerva. Permítame decirle, que, de todos los obispos nombrados por el Papa Francisco, pocos han sido tan desastrosos como Gabriel Bernardo Barba. Su gestión en la diócesis de San Luis es un fracaso rotundo. Bajo su liderazgo, la el Obispo ha caído en la inoperancia total, perdiendo la esencia misma de la «pastoral», y la supuesta la cercanía con el pueblo y lo que significa el verdadero servicio cristiano.
Entre sus «logros» más notorios: la comunión en la mano y un par de guitarras en la catedral para dar un toque de modernidad que, lejos de enriquecer, vacía de solemnidad el espacio litúrgico y el uso y costumbre de nuestra diócesis. Sin embargo, más allá de estos gestos superficiales, no ha sabido generar ni un solo cambio real y positivo para la comunidad diocesana.
El pasado fin de semana con el «Jubileo Misionero» dejo claro la decadencia de su liderazgo. A duras penas logró reunir a una treintena de personas, de las cuales, como se muestra en los videos, la mayoría no eran de San Luis. La ausencia de los fieles y la deserción de los verdaderos puntanos refleja la falta de conexión que Barba tiene con la gente. Así, lo que debería haber sido un evento significativo se convirtió en una burla. Dicho sea de paso, la Diócesis no ha tenido un encuentro jubilar diocesano como otras diócesis que si lo han tenido. (serian un fracaso a gran escala).
A su incapacidad pastoral se suma su desprecio y el maltrato por las personas. El caso de quien estuvo encargado de la Pastoral Misionera es emblemático: Barba lo utilizó a este hombre durante su llegada a San Luis para gestionarle todo tipo de cosas especialmente lo que tenia que ver con la pastora de la comunicación y luego para organizar el Encuentro Nacional Misionero en el 2023, después lo descartó sin ningún miramiento. Como así también a quien fue su vicario general, a quien obligo a trasladarse a un pueblo enfermo y deprimido sabiendo de su delicado momento, siendo el propio obispo quien lo lleva a reventarlo. Ni hablar de los tantos seminaristas que sufrieron o fueron expulsados. En fin, este tipo de trato hacia quienes han sido sus más cercanos es una constante en su gestión: usar, manipular y luego desechar.
Como es posible que la diócesis de San Luis se ha enterado del traslado a Córdoba del único seminarista en formación solo por las redes sociales de este seminario cordobés que le daba la bienvenida. ¿Sin un comunicado? ¿Nada? ¿Dónde está la transparencia?
Y ya que hablamos de transparencia, en el plano de las finanzas de la diócesis solo Dios sabe cómo están las arcas. Reclama transparencia a los párrocos cuando él no da cuentas. Sin embargo, vive coleccionando y rodeándose de muebles y obras de arte que seguramente valen fortuna. En la misma curia hoy vemos muebles y obras que jamás han pertenecido a la diócesis. ¿De dónde provienen estos muebles y obras? De hecho, los que hemos acompañado a los obispos anteriores sabemos la modestia y sobriedad con que vivian.
¿Qué ha sucedido con todas las propiedades de la diócesis? Las playas de estacionamiento en el centro de la ciudad, los locales comerciales, tantos inmuebles que fueron donados a la diocesis, otras propiedades en alquiler, como era la antigua residencia de los obispos en calle Pedernera.
¿Qué pasa que no tenemos más reuniones de clero?
Muchos de nosotros nos quejábamos en algún momento de los obispos que supimos tener, pero tuvimos obispos presentes con nosotros y con nuestra gente. Obispos que venían a confirmar a los niños de la catequesis. Obispos que te llamaban por teléfono para saber cómo andabas. Obispos que a pesar de pensar diferente y muy diferentes eran capaces de sentarse a la mesa y charlar.
Lo que más llama la atención es como un tipo de este calibre llego a ser un mitrado, pero claro este llego a la jerarquía eclesiástica a costa de otros. Barba no ha ascendido por méritos propios, sino aplastando a quienes se le han cruzado, ganándose la confianza del difunto Papa a base de intrigas, manipulaciones y una ambición desmedida. El Padre Gabi aprovechó la caída y la miseria de otro obispo que se encontraba veraneando en una playa mientras él era su simple vicario. Hoy los puntanos sufrimos la ambición de ese hombre que tiene como consecuencia: una iglesia dividida, un clero desconectado y un laicado completamente desilusionado.
Barba camina solo. No tiene a su lado un clero fuerte ni un laicado que lo respalde y según se ha dicho en este blog ni siquiera cuenta con el respaldo de sus hermanos en el episcopado, y si, seguramente porque ellos también pueden ser malos, pero no tan malos y peligrosos como este.
El Obispo que venía a escuchar no ha escuchado o a escuchado lo que tenía ganas. En lugar de fortalecer la comunidad, ha sembrado el desánimo y la desconexión. Su único apoyo son unos pocos seguidores como los dos varones que le tocan la guitarra, que aplauden sus gestos vacíos en redes sociales, pero la verdad es que no hay nadie que lo siga realmente con fe, salvo algunas almas ingenuas que lo ven de sotana y montado en un caballo como se lo vio días atrás, y se piensan que se trata de un obispo que es naturalmente es cercano a su gente. Patético!
Es urgente que se haga algo al respecto. Ojalá el Papa León pueda estar al tanto. Este obispo, que ha fallado en todos los aspectos de su misión pastoral, no puede seguir al frente de la diócesis de San Luis. Sus manipulaciones, su falta de ética y su incapacidad para liderar están destruyendo lo que alguna vez fue una diócesis vibrante y gloriosa. Ya basta de tolerar su mal manejo y su falta de humanidad. Es hora de exigir respuestas y un cambio en la diócesis.
¡Que San Luis Rey interceda por nosotros!
También sería bueno saber porque el rector del seminario de san Luis ahora está en la arquidiócesis de Buenos Aires..
Bueno, no se si tiene sentido la caracterización de «porteños» y «del interior» ya que quizás ha elegido el antecesor curas de la gran city o conurbano porque los conocía mejor, o muy bien. Porque si de seminario de origen se trata, me parece obvio que nunca hubiera elegido uno formado en San Luis, San Rafael o Paraná hasta ciertas fechas. Del resto de los seminarios del país, salvo los curas autodidactas, que los hay y bastantes, no creo que hubiera diferencia alguna con estos «porteños», salvo tal vez en problemas de adaptación a particularidades locales (no los imagino a ciertos personajes sufriendo calor en Humahuaca, o frío en Rawson)
¿¿Calor en Humahuaca?? Está a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar, hace frío y el invierno es muy largo.
sin embargo durante parte del año hace mucho calor y frío en las noches…
¿Y Barbaro qué tal es? Gracias.
Muy buen post.
Pero cambiando de tema, ¿han leído el mensaje del Santo Padre León XIV al Congreso Internacional de Filosofía en Paraguay?
¿Qué opiniones tienen?
Me gustó mucho ese mensaje, teniendo en cuenta que no hay por qué pedirle precisiones excesivas.
Me parece destacable sobre todo su parada de carro a lo que el título del Congreso anunciaba: resaltó el carácter universal y sapiencial de la filosofía, frente a la latinoamericanitis y situacionitis reinante. Me saco el sombrero ante eso
En realidad, lo que importa es que el obispo sea bueno, venga de donde venga.
Por lo demás, habría que ver la cantidad total de obispos y establecer el porcentaje, para poder apreciar si la cosa es tan así como la pinta esta entrada.
Suponiendo que todo funcionara bien, de lo cual estamos muy lejos, no sería ilógico que los buenos pastores salieran de centros formativos de nivel y Universidades, que suelen estar en ciudades más o menos importantes y no en pueblitos perdidos en la Patagonia.
Disculpen mi ignorancia, pero ¿ qué diferencia hay entre porteño y bonaerense?. Muchas gracias de antemano.
Hasta donde sé, «porteño» se suele reservar para los de la Ciudad de Bs. As., mientras que «bonaerense» se emplea para los del Conurbano. Y después están los de la provincia de Bs. As. En todo caso, meter en una misma bolsa a los de CABA y a los del Conurbano no corresponde: hay no poca diferencia entre ambas especies.
Porteño es el que nació (o vive) ben la ciudad de Buenos Aires.
Bonaerense es el que nació (o vive) en la provincia de Buenos Aires-
La ciudad y la provincia, aunque tienen el mismo nombre, son jurisdicciones completamente autónomas.
El Nevado
Aunque voten diferente salvo los de la Zona al Norte de Puente Saavedra, porteños y bonaerenses son la misma cultura, antropológicamente hablando, eso lo percibe cualquier provinciano. Con los millenials tenemos a los palermitanos, una subcultura dominante en CABA linaje de lo que fuera esa otra, Villa Freud.
Muy bueno el post y agradezco poner en debate esta cuestión. Lamentablemente, parece que, principalmente desde el pontificado de Francisco, todo lo que hay en Buenos Aires es bueno, como que todo debe imitarse a Buenos Aires. El seminario de La Plata, ahora con sus nuevas autoridades, será un calco de Devoto. Pregúntenles a los curas de La Plata, que están recalientes con las designaciones.
Pero brota un poco de esperanza. Cualquiera que vaya a Misa en Buenos Aires se dará cuenta de que las parroquias no tienen más de 30 años de esperanza de vida; el más joven en esas parroquias tiene 50 años, lo demás, solo gente grande.
Finalmente, da la impresión de que no lo ven. Espero que Buenos Aires despierte, pero también que el interior despierte, porque si no, siempre va a ser lo mismo: echamos la culpa a Buenos Aires y nadie hace autocrítica, ni en su parroquia, ni en su diócesis.
Muchachos no olviden, los Obispos pasan… Lamentablemente si no hay un clero virtuoso y comunidad al menos catolica, manden los Obispos que quieran no va cambiar mucho.
Los curas enojados han de ser los que están en puestos de poco «prestigio», en consecuencia, de poco llegue a la oficina del obispo para llevar chismes. Por lo demás, estar a cargo de tres tipos en una casa de ¿estudios? que nada produce y que a las claras no quieren cerrar apenas cumplido su jubileo, qué relevancia tiene? Nadie quiere agarrarse ese garrón. A los demás curas no les importa un bledo quién sea el nuevo rector. Tal vez les hacen el favor a los salientes de no darles con el gusto a los que esperaban ansiosos el cierre para llamarlos «los que cerraron el seminario». Eso lo harán otros.
A Dios gracias que cierra el seminario de La Plata, ya bastante daño hizo a pobres almas que pasaron por allí, sobre todo por la incompetencia del rengo imbécil que Aguer puso de rector hace ya 10 años.
Los curas de La Plata, los buenos, los malos, los peores y los mentalmente defectuosos (que hay varios que están mal de la maceta) esperan una noticia mas realista: ver como cierra el seminario y los tres gatos que todavía viven ahí se van a estudiar a Buenos Aires.
El rengo se salva del titulo de «el rector que cerro el seminario» pero no se salva del odium que recibe de sus hermanos sacerdotes.
Santo y Bendito sea Dios
Yo soy del Jardín de la República, léase Tucumán, y conozco bastante bien todo el NOA. Además como hombre de Iglesia, cursillista de las primeras horas, también conozco la realidad regional de nuestra Iglesia en la Argentina. En líneas generales estoy de acuerdo con el artículo, el problema es que a la condición de porteños se le suma la formación progre-liberal-populista. Sin embargo, nosotros tenemos un arzobispo local que es tucumano, pero contagiado de la chabacanería porteña, que no toma nada en serio. En cambio, Catamarca tiene un tucumano que le dimos, hombre tosco de modales y rudo de razonamiento, pero cura de verdad. Salta tiene un catamarqueño muy afín a las modas porteñas y con muchos problemas de gestión. Jujuy tiene un porteño que lleva bien las cosas. Concepción, en mi Provincia, tiene un catamarqueño de perfil bajo y limitados horizontes, de extremo centro posconciliar. Cafayate alberga un porteño que no compagina con la región, va juntando fastidio de los feligreses y espera que lo lleven a hacer daño a otro lado. Humahuaca tiene un norteño de perfil bajo, también así de estatura física e intelectual, trabajador. Orán después de los escándalos tiene un rosarino que hace lo que puede, relativamente normal. De Santiago y Añatuya no hablo por ahora
Oiga paisano, de tucumano a tucumano, el metropolitano de Tucumán no es sino un monaguillo del Cardenal Villalba, que gobierna efectivamente desde los 2000.
Si tan malos son los obispos de la capital, la solución es fácil y evidente:
prohibir que salgan de Buenos Aires.
Y los que ya hayan salido, que retornen de inmediato.
Siempre con caridad y AMDG.
Comparto plenamente, por certero y directo.
Y si Facundito es como el sacerdote que llegó a mi parroquia hace poco tiempo, expuso sus proyectos y los cumplió sin vueltas junto a su capellán, llenó la Santa Misa con sana doctrina y espiritualidad y elevó en calidad y calidez una basílica decaída, es como aquél que al decir de Lima Quintana «con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa, sirve el puchero, coloca las guirnaldas’, y se tornan tan necesarios en estos tiempos de amiguismos centralizados.
¿Hamlet Lima Quintana? ¿El de la IC? ¡LPMQLP qué recurso de autoridad!!!
Comparto el fastidio e indignación por citar como «fuente» al
pérfido poeta de danés nombre y Lima Quintana por apellido..
¡Domine, exaudi nos!
No puedo condenar una buena idea -y poema- por los errores de su autor. Lo bello es bello.
Me encantaría saber cómo se podría revertir la situación: ¿Qué opciones tenemos para ayudar a la restauración del episcopado?. En España pasa algo parecido, aunque el eje no se podría denominar porteño/no porteño.
Eso mismo pasa en las diòcesis catalanas. Meten a cualquiera mientras no sea catalán.
Soy catalán. No es la misma situación. Catalunya es una región donde abunda la mala doctrina, un poco más que en el resto de España.
El obispo de Puerto Iguazú no es porteño.Como diría el autor de la nota Baisi es nacido y criado en el «Congourbano «,y dentro del Congourbano en el decir de Goscinny y Uderzo,en la irreductible aldea de BELLA VISTA!
Y es un buen obispo, que esta haciendo mucho bien a una castigada diócesis por un pésimo primer obispo (un jesuita marxista español regalo del anticomunista polaco) y por un infumable segundo obispo (un amargado salteño que será recordado con desprecio por su sufrido clero y feligresía). Y justamente por eso, los buenos católicos de esta parte del pais agradeceríamos que no se lo mencione mucho en esta benemérita bitácora virtual, pues aunque este muerto el tirano porteño, los esbirros con mitras siguen como león rugiente rondando buscando como hacer caer a los buenos.
Estimado Wanderer
En Córdoba debieron enfrentar el primer foco de resistencia, encabezado nada menos que por Santiago de Liniers, a quien Patricio Lons, dijo una vez “era Batman”, por sus logros en el combate contra el Imperio Ingles. Juan José Castelli, masón furibundo, -vaya Usted que es capaz de matar a su padre- dicen le dijo Moreno, fue el encargado de hacer cumplir la orden de la Junta. En Cabeza de Tigre, Córdoba, fueron ejecutados, previas infames sevicias, el general Santiago Liniers, el brigadier Juan Gutiérrez de la Concha, el coronel Santiago de Allende, el oficial real Joaquín Moreno y Victorino Rodríguez, asesor de legal del gobernador de Córdoba, y casi se “cargo” el Obispo Orellana, pero desistió por su investidura. Hace unos años, un venerable sacerdote, recorriendo “San Ignacio” en Buenos Aires, me muestra una losa, hacia el fondo y a la izquierda del templo, -aquí esta sepultado Castelli-, murió por un cáncer de lengua-, al decir de Almafuerte: -todos los incurables tienen cura-, sobre todo ante la proximidad de la “parca”. Este personaje hizo desastres en el norte, misas herejes, etc. Tanto fue así, que Belgrano para tratar de “apaciguar los ánimos”, cultiva un perfil religioso, que es por todos conocido,
Facundo Quiroga fue asesinado el 16 de febrero de 1835 en Barranca Yaco, provincia de Córdoba, por Santos Pérez, un sicario al servicio de los hermanos Reinafé, (Queenfaith) hombres fuertes de Córdoba, ligados a López. Quiroga se había opuesto tenazmente a los deseos de Estanislao López de imponer a José Vicente Reinafé como gobernador de Córdoba. Nunca sabremos si porque decían la verdad o por temor a represalias contra su familia, lo cierto es que los Reinafé, ni ante los jueces ni ante la horca, acusaron a Rosas ni a López. Sólo se inculparon entre ellos mismos. Pero no cabe ninguna duda que detrás de todo este asesinato como en el de Liniers, estaba la masonería. Una de las banderas de Facundo rezaba: “Religion o Muerte”
Es triste lo sucedido en Córdoba, una de las primeras medidas del actual arzobispo, fue prohibir la celebración de la -Misa de siempre-, que su predecesor Carlos Ñáñez había permitido, en una pequeña capilla de la ciudad de Córdoba. Pero cierto es que Córdoba también tiene lo suyo; La Masonería Argentina recuerda la Reforma Universitaria, cuyo Manifiesto Liminar, redactado por Deodoro Roca en 1918, se constituyó en el programa de la Federación Universitaria de Córdoba que pasó luego a las universidades de Buenos Aires, La Plata, el resto del país y América. El Manifiesto reclamaba libertad ideológica, el derecho a darse el gobierno universitario propio y reaccionaba “contra el clericalismo y la orientación dogmática religiosa que se mantenían sin cambios durante más de cien años”. De inspiración masónica, la Reforma Universitaria fue inmediatamente acogida por el hermano Hipólito Yrigoyen, presidente de la Nación desde 1916.
En cuanto a G. Barba, actual Obispo de Sanb Luis, celebre por su bendición “de la Binidad” en un acto ecuménico saco “al Hijo” de la misma, furcio, acto fallido? Desde el Vaticano, no podían permitir que se diera la comunión solamente en la boca, que rezara la oración de León XIII a San Miguel Arcángel al final de la Misa siempre se usaba la oración Eucarística I, -Canon Romano- del Novus Ordo, los sacerdotes usaban sotana, la Misa se celebraba con reverencia, un seminario floreciente.
Ningún furcio, es bajada de linea general en todo encuentro ecuménico el no nombrar a Cristo ni a la Santa Madre de Dios. Este hombre siguió la partitura nomás.
¡Me dejas helado!; ¡estos tipos han perdido la Fe!!!
el obispo Fulton Sheen de los Estados Unidos (†1979):
“El Falso Profeta tendrá una religión sin cruz; una religión sin un mundo por venir; una religión para destruir las religiones. Habrá una iglesia falsa. La Iglesia de Cristo [la Iglesia Católica] será una. Y el Falso Profeta va a crear otra. La falsa iglesia será mundana, ecuménica y mundial. Va a ser una federación de iglesias. Y las religiones formarán algún tipo de asociación global: un parlamento mundial de iglesias, vaciadas de todo contenido divino. Será el ‘cuerpo místico del Anticristo’ (Flynn T & L. El Trueno de la Justicia. Maxkol Comunicaciones, Sterling, VA, 1993, p. 20)
Qué argumento tan bobo. Bergoglio nombró porteños porque era lo único que conocía y como buen tirañuelo tenía que nombrar obispos serviles pasándose los procedimientos canónicos y costumbristas por el arco del triunfo.
Pero históricamente muchos de los peores obispos han sido provincianos (Angelelli, por ej). Claro que para Vd si tan solo pisó Buenos Aires ya es porteño (así cualquiera).
Estimado, no sé a quién se refiere con «usted». Aclare, porque pueden pensar que yo soy el autor de la nota.
Me refiero al autor (Facundito), no a Wanderer.
¡Qué mescolanza pa.! Lo único que nos faltaba es reducir la debacle de la Iglesia en Argentina a una lucha entre federales y unitarios, y hasta identificar a Bergoglio como anarco-capitalista. Encima es un reduccionismo destinado al extravío, porque la historia del poder de Estado, así como la antropología, la historia y la sociología de las oligarquías en Argentina hay que des-ideologizarlas, liberarlas de narrativas desbordadas de anacronismos, instrumentalismos políticos y demás lastres antes que nada, lo cual supone una escuela de investigación que nunca llegó a formarse en el país.
Estimado, no estoy de acuerdo la interpretación que usted hace. Sí estoy de acuerdo, y muy de acuerdo como podrá constantarlo en los últimos post, en la necesidad de desideologizar y de calmar aguas inútilmente agitadas. Pero considero que el autor de la nota ofrece una perspectiva que podrá ser más o menos compartida pero, además de legítima, es terriblemente verdadera. Por eso mismo, no es una mescolanza (y yo no soy su «pa»); es otra perspectiva.
Es efectivamente un delirio desopilante propio de los provincianos dolidos que han hecho de los gauchos forajidos sus próceres provinciales (precursores del peronismo federal caudillista). Por caso Facundo Quiroga (que ni nombre de pila cristiano tenía). Y ahora encima de todo la culpa la tenemos los porteños. Larguen la damajuana.
A que Facundito no es porteño.
Bueno, el interior también ha dado un ejemplar que se las trae…, hasta con acento cordobés. Su apodo empieza con «T» de «Tucho». Y, para mal de la Argentina, dícese que está pronto a regresar.
Creo que es una apreciación humillante incluso para sus compueblanos de Córdoba, quiénes pertenecen «a un pueblito de mierda que dio un cardenal a la Iglesia» en palabras del mismo prefecto.
El tucho no es cordobés el tucho es de los más rancio de Buenos Aires.
Así como muchos de Benos Aires no son portoeneños, muchos del interior se portenizaron hasta el vomito.
Estimado, ¿entonces todo el que sea malo sería por ello porteño y el que no del interior? ¡Vamos! Este neomaniqueísmo barato al final viene a dar testimonio de que el menosprecio es por parte del interior hacia Bs. As.
Me crié en un pueblito del NOA. Y las señales de aire de la televisión local, casi lo único que tenían de local eran dos emisiones del informativo. Lo demás, retransmisión de BS. AS. Ese es otro dato evidente de intento de porteñización que nadie me contó.
Anónimo del pueblito de NOA: las retransmisiones desde Buenos Aires no son un intento de porteñización. Son el resultado de las gobernaciones y empresas pobres del Interior que prefieren retransmitir lo producido por los porteños antes que poner la tarasca y levantarse de la siesta a trabajar. Pero es mas fácil echarle la culpa a los porteños cuyo producto ustedes están comprando (y consumiendo) y decir que los quieren porteñizar. Un delirio.
Ahora con los vlogs y el streaming debería estar emparejada la cosa a nivel técnico y presupuestario (cualquiera puede grabar con un celu o una maquina de fotos), deberíamos estar admirando el increíble talento de las pantallas que habia en el Interior y que estaba siendo invisibilizado adrede por la tiránica y malvada televisión unitarista-centralista porteño-bonaerense (hay productoras en GBA). Pero algo me dice que tampoco.
Lo peor de estos «biblistas» que mandan de Buenos Aires es que repiten como loros lo enseñado por otros, pero no tienen verdadera capacidad intelectual. Empezando por su casi nulo manejo del griego. (Porque ellos creen saber griego, pero les ponés enfrente una página fácil de Platón o algún párrafo de Xenofonte y no lo pueden leer) Ni que hablar del hebreo. Vaya uno a proponerles cualquier párrafor que ellos no sepan previamente de memoria (p ej, el rollo de Damasco) y van a tener tanto éxito como si estuviera en ugarítico o acadio.
No tienen verdadera capacidad intelectual, sino que son herramientas para luchar contra la fe; porque hay muchos biblistas de fama internacional que sí tienen fe y hacen argumentos muy buenos para mostrar que Jesucristo sí existió, que los Evangelios sí pueden haber sido escritos antes del año 70, etc (recomendaría por ejemplo el libro de Jonathan Bernier del 2022, Rethinking the dates of the New Testament – pero lamentablemente la mayor parte de nuestros payasos, digo, «biblistas» no lee inglés). Y si estos tuvieran una pizca de fe, conocerían estas cosas. Como dicen «veo» su pecado permanece.
Son herramientas para luchar contra la fe, porque apagan la fe de muchos mediante sus engaños. A fuerza de medias verdades tuercen la realidad. Dan vergüenza ajena especialmente los profesores de teología que salen de Devoto, aprueban práctiamente sin leer y con 2 o 3 nociones de «pobrecitos los imbecilitos: creen que la Biblia dice alguna cosa que sea cierta». Les preguntás que den razones fundadas por las cuales la Segunda Carta a Timoteo no fue escrita por San Pablo (cuestión que en el ancho mundo parece cada vez más reivindicada, as of 2025) y no las saben. Saben que San Pablo, de haber existido, no escribió nada, o habrá escrito a lo sumo 4 o 5 cartas. Pero hurgamos un poquito y solamente aparecen:
Más que biblistas son violadores de almas.
Vale para losv»pseudos» biblistas» estos versos del Martin Fierro:
«Aventaja a los demás
El que estas cosas entienda;
Es bueno que el hombre aprienda,
Pues hay pocos domadores
Y muchos frangoyadores
Que andan de bozal y rienda.«
Vez pasada un conocido religioso en una misa en ambiente popular lo escucho decir:»no existió la multiplicación de los panes es el milagro del compartir», en fin la versión criolla de Bultmann, encima su soberbia (supervia) impide la mínima posibilidad de dialogar sobre el tema
Usted sí parece saber de lo que habla. Se agradecería slgún articulito
Mire si la 1ra lectura de hoy no les aplica a esos «biblistas»:
«Hermanos:Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos en primer lugar, y después de los que no lo son. En el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para la fe, conforme a lo que dice la Escritura: “El que es justo vivirá por la fe”.En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres, que por su injusticia retienen prisionera la verdad. Porque todo cuanto de se puede conocer acerca de Dios está patente ante ellos: Dios mismo se lo dio a conocer, ya que sus atributos invisibles –su poder eterno y su divinidad– se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras.Por lo tanto, aquéllos no tienen ninguna excusa. En efecto, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad.Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que representan a hombres corruptibles, aves, cuadrúpedos y reptiles. Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos, ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén.
¡Muy interesante todo el análisis!
Gracias por compartir, sigamos rezando por la Iglesia y la perseverancia de los que defendemos la Fe y somos perseguidos por eso.
¡Saludos!
¿El obispo de Catamarca no es más tucumano que la «Mate de Luna»?
Tal como lo dice usted; nacido y criado en la localidad de Trancas, más allá que siempre hizo galas de su linaje europeo…
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