La peregrinación tradicionalista Ad Petri Sedem en el New York Times

[Hago una breve corrección a las autoras del artículo: los fieles que peregrinaron a la basílica de San Pedro y asistieron al pontifical celebrado por el cardenal Raymond Leo Burke en el Altar de la Cátedra no fueron cientos sinos miles. Según los cálculos oficiales de la basílica, superaron las tres mil personas].

Permiso papal para la misa en latín en San Pedro da esperanza a los tradicionalistas

El papa Francisco limitó en gran medida el uso de la misa tradicional en latín, al considerar que fomentaba la división. Los católicos tradicionalistas esperan que el papa León trace un camino diferente.

Cientos [miles] de católicos romanos tradicionalistas se reunieron el sábado en la Basílica de San Pedro para celebrar la misa tradicional en latín, una liturgia que fue reemplazada por las reformas de la Iglesia en la década de 1960 y posteriormente restringida por el papa Francisco.
La misa del sábado tuvo lugar con el permiso del papa León XIV, lo que da esperanza a los tradicionalistas de muchos países de que podría flexibilizar esas restricciones.

“Es como comer caviar o comer frijoles”, dijo uno de los participantes, Luigi Casalini, comparando la misa tradicional en latín con la misa que se celebra en todo el mundo desde las reformas emprendidas por la Iglesia católica en los años sesenta.

Bajo el pontificado de Francisco, el debate sobre la misa tradicional en latín se convirtió en un sustituto de conflictos más amplios sobre lo que algunos conservadores veían como una desviación progresista del papa respecto a la doctrina de la Iglesia, así como un debilitamiento de la tradición y el ritual.

El papa Benedicto XVI había sido más abierto al uso de la misa tradicional en latín, pero en 2021 Francisco impuso fuertes restricciones a su celebración. Más allá de haber permitido la misa del sábado, León no ha dado indicaciones oficiales sobre su posición respecto a una liturgia utilizada por un porcentaje relativamente pequeño de los 1.400 millones de católicos del mundo.

En una nueva biografía publicada en español el mes pasado, León afirmó que era “muy lamentable” que la misa tradicional en latín se hubiera vuelto divisiva, y que estaba abierto a debatir el tema, en línea con su declarado deseo de promover la unidad y la reconciliación en la Iglesia.

La misa del sábado fue celebrada por el cardenal Raymond Burke, una figura estadounidense emblemática del ala conservadora y tradicionalista de la Iglesia, y uno de los críticos más feroces de Francisco por las restricciones impuestas a la antigua liturgia.

“Ser autorizado por el papa para celebrar una misa en San Pedro —eso significa algo”, dijo Rubén Peretó Rivas, uno de los organizadores de una peregrinación anual a Roma de los partidarios de la misa tradicional en latín. «En los dos últimos años no habían celebrado misa dentro de la basílica durante la peregrinación porque no tenían la autorización de Francisco».

«El permiso de León», añadió Peretó Rivas, «también envia un mensaje a los obispos “de todo el mundo” que habían restringido la celebración del rito tradicional», como lo había hecho su propio obispo en su Argentina natal.

El sábado, bajo el imponente trono de bronce dorado de Gian Lorenzo Bernini, los sacerdotes, vestidos con ornamentos bordados en oro, dieron la espalda a los fieles mientras presidían la misa perfumada con incienso, hablada y cantada casi enteramente en latín. Según los organizadores, acudieron personas de los cinco continentes. La afluencia fue tal que muchos se desbordaron hacia el crucero de la basílica.

Los fieles se pusieron de pie, se arrodillaron, cantaron y rezaron, siguiendo una coreografía litúrgica transmitida a lo largo de los siglos. Muchas mujeres llevaban velos de encaje. Durante su homilía, el cardenal Burke dijo que era “una fuente de profunda alegría” celebrar la misa en la basílica.

La misa tradicional en latín, también conocida como misa tridentina, se utilizó hasta finales de la década de 1960, cuando la Iglesia comenzó a celebrar la misa en lenguas vivas. Pero la misa tridentina continuó en algunos lugares. En 2007, Benedicto dijo que debía ser más ampliamente aceptada y celebrada con facilidad, una decisión aplaudida por los conservadores.

En 2021, Francisco impuso restricciones más severas a su uso, afirmando que sus defensores la utilizaban para oponerse a las reformas más recientes de la Iglesia y dividir a los fieles.

En Estados Unidos, los debates sobre la celebración de la misa tradicional en latín han sido especialmente intensos, con pequeños pero enérgicos grupos de tradicionalistas que se oponen a los obispos que han restringido su celebración en algunas diócesis. Entre los adeptos hay algunos obispos conservadores influyentes y una proporción notable de jóvenes adultos atraídos por formas más estrictas de observancia.

Muchos tradicionalistas litúrgicos en Estados Unidos percibían a Francisco como especialmente hostil. Él denunció el “atraso” de algunos conservadores estadounidenses y se burló de las vestiduras formales preferidas por muchos sacerdotes tradicionalistas, a las que llamó “encaje de abuela”.

Algunos obispos estadounidenses han impuesto nuevas restricciones a la misa tradicional en latín incluso después de que León se convirtiera en papa. El obispo de Charlotte (Carolina del Norte), Michael Martin, redujo recientemente su celebración a una sola capilla designada, en lugar de cuatro parroquias, lo que provocó la indignación de los fieles en todo el país.

Pero ahora, algunos defensores estadounidenses de la misa tradicional en latín dicen sentirse optimistas de que León ya está estableciendo un tono menos combativo.

“Hay una atmósfera diferente”, dijo en una entrevista esta semana el reverendo Joshua Caswell, superior de los Canónigos Regulares de San Juan Cantius, una comunidad religiosa con sede en Chicago dedicada a las formas litúrgicas “reverentes”, incluida la misa tradicional en latín.

Christian Marquant, del grupo tradicionalista francés Paix Liturgique, asistió a la misa del sábado y dijo en una entrevista esta semana: “Mi sueño, mi objetivo, es reunirme cara a cara con el papa” para defender la causa de la misa tradicional en latín.

“Somos una fuerza viva dentro de la Iglesia”, dijo Casalini, quien dirige un blog para tradicionalistas italianos, señalando que la edad promedio de los asistentes a las misas tridentinas en Italia era la mitad que la de quienes asistían a la misa regular. “Todo lo que queremos es celebrar a nuestra manera.”

Fuente: The New York Times

12 comentarios en “La peregrinación tradicionalista Ad Petri Sedem en el New York Times

  1. Avatar de Desconocido Anónimo

    …»los sacerdotes, vestidos con ornamentos bordados en oro, dieron la espalda a los fieles»…

    Los sacerdotes NO dan la espalda a nadie.

    Simplemente están delante de los fieles para ofrecer y realizar el sacrificio incruento bimilenario ordenado por Cristo.

    Como hacían los sacerdotes judíos con los cruentos hasta la destrucción del Templo por los romanos.

  2. Avatar de Desconocido Anónimo

    Reconforta ver esa celebración. Tanto hablar de sinodalidad, de periferias, cabida de todos, etc. pues va siendo hora que se ponga en práctica.

    Los fieles y sacerdotes que desean dar culto a Dios con esta liturgia son tratados en muchas diócesis como verdaderos parias.

    Les ruego a todos que nos respeten. Que cada cual vaya a donde más provecho espiritual obtenga.

  3. Avatar de Desconocido Anónimo

    Estimado Wanderer

    Del artículo surge la falacia en que “pérfidamente” intenta mostrar que solo se trata de una falsa antinomia entre tradicionales o como dijo el anterior Obispo de Roma: “Indietrista”: del italiano “in dietro” -hacia atrás-. (Dícese del católico rígido y nostálgico, obsesionado con el pasado, especialmente con la liturgia tradicional), y lo opuesto, siguiendo el uso italiano, seria los “avantistas” ( o “Piu avanti” según Almafuerte)

    Extraigo algunos párrafos del “Breve examen critico del nuevo Ordo Missae” que proféticamente presentaron el Cardenal Alfredo Ottaviani prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, y el Cardenal Antonio Bacci, a Pablo VI el 25.09.1969 a Pablo VI:

    “Pues, aunque el pueblo cristiano expresó su deseo, lo hizo –principalmente por impulso de San Pío X– cuando se puso a descubrir los tesoros auténticos e inmortales de su liturgia. Nunca, absolutamente nunca, el pueblo cristiano pidió que, para hacerla entender mejor, se cambiara o mutilara la liturgia. Lo que pide entender mejor es la única e inmutable liturgia, que nunca habría querido ver que se cambie” …

    ….”El nuevo Ordo Missae, como la «misa normativa», en muchos puntos se ha redactado para contentar a los protestantes más modernistas” ….

    “Empecemos con la DEFINICIÓN DE LA MISA. Se encuentra en el nº 7 del capítulo 2 de la Ordenación general. Este capítulo se titula «Estructura de la Misa». Esta es la definición: «La Cena del Señor, o Misa, es la asamblea 2 sagrada o congregación del pueblo de Dios, reunido bajo la presidencia del sacerdote para celebrar el memorial del Señor 3. De ahí que sea eminentemente válida, cuando se habla de la asamblea local de la Santa Iglesia, aquella promesa de Cristo: ―Donde están reunidos dos o tres en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos‖ (Mt 18, 20)». La definición de la Misa se reduce, pues, a una «cena»: y esto aparece continuamente (en los números 8, 48, 55, 56 de la Ordenación general). Esta «cena» se describe además como asamblea presidida por el sacerdote; asamblea reunida para realizar «el memorial del Señor», que recuerda lo que se hizo el Jueves Santo. Todo esto no implica ni Presencia real, ni realidad del Sacrificio, ni el carácter sacramental del sacerdote que consagra, ni el valor intrínseco del Sacrificio eucarístico independientemente de la presencia de la asamblea 4. En pocas palabras, esta nueva definición no contiene ninguno de los elementos dogmáticos esenciales a la Misa y que constituyen su verdadera definición 5. La omisión de estos elementos dogmáticos en tal lugar sólo puede ser voluntaria.

    Las consecuencias de todos esto lo estamos experimentando hoy, en que algunos “episcopos” vernáculos están empeñados en “la desestructuración” de la Iglesia

    1. Avatar de Desconocido Anónimo

      Sr. Anónimo,

      El que usted cita no es el nº 7 sinó el 27 de la Institutio Generalis Missalis Romani, tercera edición, es decir, la vigente. Y allí, se dice con toda claridad, acto seguido de lo que usted copia: «Pues en la celebración de la Misa, en la cual se perpetúa el sacrificio de la cruz (cita 38: Conc. Ecum. de Trento, sesión XXII), Cristo está presente… y ciertamente de una manera sustancial y permanente en las especies eucarísticas».

    1. San Juan de la Cruz se dio el lujo de hacer un milagro para comer espárragos cuando no era la época y Santo Tomás de Aquino hizo lo propio para comer arenques en Nápoles!, porque los había probado en Alemania y le gustaba mucho.
      Saque sus conclusiones.

      1. Avatar de Desconocido Anónimo

        Jaja!

        Comería las dos cosas, pero la Misa, elegiría la Tridentina, obvio!

        «Cuando perdices, perdices; cuando penitencia, penitencia»

        (Santa Teresa de Jesús)

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